El invierno es una de las temporadas más riesgosa para conducir. El agua lluvia se mezcla con el polvo y la grasa de las calles, lo que convierte las carreteras en superficies deslizantes, explica la marca Bridgestone.
Por eso, para ayudarte a llegar sano y salvo a tu destino, toma nota de las siguientes recomendaciones para conducir bajo la lluvia y reducir el riesgo de accidentes en carretera.
1. Para todas las llantas se recomiendan chequeos de presión cada vez que se recarga combustible o se lava el auto, además es importante revisar en forma periódica la banda de rodamiento, que es el contacto del auto con la carretera, revisar que no haya clavos, abultamientos o cortes que puedan causarle un daño prematuro, con el fin de repararlos antes de que la llanta falle.
2. Con la lluvia la visibilidad se obstaculiza, de allí la importancia de encender las luces para poder ver el camino y para ser visto por los demás conductores.
3. Bajar la velocidad. La lluvia y la neblina reducen la adherencia de las llantas hasta en un 50% sobre el asfalto, lo cual aumenta la probabilidad de perder el control del vehículo ante alguna situación inesperada.
4. En caso de deslizamientos es necesario no cambiar de dirección ni tratar de frenar el vehículo, solamente desacelerar poco a poco y esperar salir de la zona de peligro.
5. Aumentar la distancia de seguridad entre vehículos a 4 segundos, frenar el vehículo en carretera mojada le llevará el triple de tiempo que hacerlo en una carretera seca. Con las llantas en adecuadas condiciones el riesgo disminuye consideradamente, ya que tiene mejor condición de agarre.
6. Compruebe que la profundidad de estría no sea menor a 2mm, ya que estos canales permiten que el agua fluya por ellos.
7. Contemple el tamaño de las llantas de su auto, ya que el ancho de los neumáticos influye tanto en la capacidad de frenado como el esfuerzo generado para mantener el control sobre la dirección. Entre más angostas sean las llantas de su vehículo, menor será el contacto con la carretera, por lo cual existe una capacidad de frenado menor a la necesaria.
8. Cuidado con los charcos, nunca se sabe la profundidad de estos, trate de evitar pasar por encima de ellos, si no hay alternativa, baje la velocidad y sostenga la dirección con ambas manos.