El libro “Ilobasco de los recuerdos” –que se lanza hoy en el Museo Universitario de Antropología (MUA)– responde directamente a la necesidad que su autor, el antropólogo Dr. Ramón Rivas, tenía de dejar “que el pueblo hablara”.
El investigador ya había publicado, anteriormente, un libro sobre la historia antropológica de la misma ciudad, “Ilobasco una aproximación histórica y antropológica”, cuya investigación sobre su historia había sido puramente bibliográfica, abarcando desde la época prehispánica hasta el año 2000.
“Es necesario que las personas puedan contar sus historias para que la antropología se vea a través de lo que ellos cuentan”, explica Rivas. El antropólogo sostiene la importancia de crear un análisis antropológico personal a través de la lectura de lo que las personas cuentan.
En el libro, los lectores que son y no son ilobasquenses podrán tener una mirada cercana de cómo era el pueblo en sus distintas décadas.
“Es necesario que el pueblo te cuente cómo se vivía, crear un retrato de la realidad que vaya más allá de la teoría”, explica el antropólogo cuando habla de los distintos cuentos que componen la memoria de la historia de su pueblo natal.
Este libro, que marca un antes y un después en la redacción antropológica del país, tiene como fin alentar a las nuevas generaciones de académicos a contar las historias del país. “Hay mucho por contar sobre El Salvador”.
La antropología, explica el especialista, es comparativa por naturaleza. “Es necesario que veamos por qué creemos que lo bueno de antes no es bueno ahora”.
Rivas explica que en el libro se abordan temas como el primer automóvil que llegó a Ilobasco, cuando el agua potable se estableció en el pueblo, e incluso de cuándo el sobador curaba a sus vecinos.
“Antes todo el mundo se conocía. Ahora, El Salvador vive en una sociedad de anonimato. Esto nos está destruyendo”, opina el investigador que ha sido Presidente de la Asociación Salvadoreña de Antropología, como de la Red Centroamericana de Antropología.
El libro se presentará a las 5:00 p.m., en el MUA, ubicado en el Edificio Anastasio Aquino de la Universidad Tecnológica, en la Calle Arce.
Por el momento, el antropólogo se encuentra realizando una investigación similar en la que estudia la manera en que se convive en los mesones: las costumbres y las complicaciones. “Los mesones son muy importantes en una sociedad hiperpoblada como es la capital”, recalcó Rivas.