Gota, una enfermedad artrítica incapacitante

Es una enfermedad que se manifiesta más en hombres que en mujeres

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Por Mireya Amaya tendencias@eldiariodehoy.com

2014-01-13 7:00:00

Conocida desde la antigüedad como la enfermedad de los reyes, pues se relacionaba la abundancia de la dieta con la riqueza material, la gota es una enfermedad reumática que se produce por la acumulación de ácido úrico en el organismo.

De acuerdo con el doctor Héctor Rivas, “esta elevación de ácido úrico se manifiesta con dolores articulares generalizados”. Es decir que puede afectar zonas como el empeine, los tobillos y con menor frecuencia las rodillas y las muñecas.

Sin embargo, señala “el ataque agudo se da en la articulación del primer dedo de cualquiera de los pies, es decir en el dedo gordo”.

En este caso se llama podagra, y se manifiesta con enrojecimiento de la piel, además el paciente siente calor en la zona afectada, así como un dolor agudo al tacto. “Es un dolor incapacitante”, enfatiza Rivas.

Es importante hacer notar que la obesidad, la ingesta de alcohol y de algunos alimentos como las vísceras, las carnes rojas y los mariscos, que son precursores del ácido úrico, pueden provocar un ataque de gota.

Diagnóstico y tratamiento

Para el diagnóstico de la gota, refiere el doctor Rivas, se recurre al examen físico y desde luego a las pruebas de laboratorio para verificar los niveles de ácido úrico en la sangre. Por otro lado, a veces es necesario extraer líquido de la articulación afectada de manera que puedan visualizarse los cristales de ácido úrico al microscopio.

En cuanto al tratamiento el médico dice que “a la par de los fármacos, el paciente debe llevar una dieta abundante en frutas y vegetales, beber abundante agua y evitar las carnes rojas y el alcohol”.

Por sexos, la gota es 4 veces más común en hombres, especialmente en la mediana edad, aunque también puede darse en mujeres después de la menopausia. Por ello es importante estar alertas ante algunas señales previas, como dolores articulares de leves a moderados.

Otra consecuencia de la gota son los males renales por la acumulación de los cristales de ácido en una especie de bolitas llamadas tofos, que pueden alojarse en los riñones y provocar cólicos nefríticos o desencadenar en una insuficiencia renal.

“Como una manera de prevenir este mal, lo ideal es incluir el ácido úrico en los análisis de rutina anuales”, sugiere el doctor Rivas.