Adicción al SMS, un problema que afecta la personalidad

La codependencia no la sufren solo las personas atadas a los adictos. Cualquiera puede generar dependencia nociva hacia una persona o una situación. Este tipo de trastorno psicológico redunda en hastío, insatisfacción, ansiedad y falta de realización personal

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De cama en cama los reyes fueron entregando los juguetes a los pequeños pacientes. Foto edh/ miguel villLTa

Por Texto: Rosemarié Mixco/Rebeca ??vila Ilustración: Choco

2014-01-04 7:00:00

Lo amaba, no había duda. La química entre ambos era inusual, de esas que solo se sienten una vez en la vida. Y aunque era consciente de que todo comenzó mal, Rosibel estaba convencida de que ese amor era verdadero.

Su hermana y confidente no pensaba lo mismo. Si bien la relación entre ellos era intensa y estable, Héctor no era el mejor de los partidos. Simpático, sí. Todo un galán: extrovertido, popular, responsable y de buen corazón. Pero sus actitudes hacían creer a Rosi que solo con él podía ser feliz, a pesar de ser víctima de sus arranques de cólera y su mal humor.

Ella nunca llenaba las expectativas de su esposo. Él la consideraba muy guapa e inteligente, una madre abnegada y una excelente profesional, pero siempre perdía los tiempos, no entendía de qué forma actuar pese a los años compartidos y no había nada que lo irritara más que su falta de sincronización.

Rosi, por su parte, se justificaba pensando que la amargura de su esposo era la secuela heredada por su antigua adicción a la bebida y posterior integración a Alcohólicos Anónimos (AA). Ella se había propuesto ayudarle a superarlo y ser el apoyo incondicional en su vida. Sin embargo, se olvidó de sí misma y aunque su relación era todo para ella, en su interior se sentía vacía y su estrés diario aumentaba vertiginosamente.

Llegó al punto de creer que sin él, no podría seguir adelante. Y Héctor lo reforzaba con frases como, “a tu edad, ya es difícil encontrar a alguien más”. Rosi tiene 45, pero parece 10 años mayor. Y en ocasiones quisiera volver a ser la mujer coqueta y llena de vida que siempre fue. Pero no sabe cómo.

Rosibel y Héctor es una de miles de parejas que se enfrentan a una codependencia emocional, un trastorno piscológico que provoca que las personas se olviden de sí mismos y se concentren en los demás.

Eric Metcalf en su artículo “¿Estás en una relación codependiente?” cita a la terapeuta de matrimonios y familia Tina Tessina, quien afirma que “la codependencia, por definición significa hacer que la relación sea más importante de lo que tú eres para ti mismo”.

Si bien Rosibel cree que vale la pena luchar por su matrimonio, su dependencia hacia Héctor la ha hecho capaz de soportar lo insoportable, con la creencia de que toda pareja enfrenta problemas y debe superarlos. Aún a costa de su realización personal.

Para la psiquiatra salvadoreña Margarita Mendoza Burgos, esto puede sucederle a cualquiera y cuanto más fuerte sea la codependencia, más difícil será abandonar la relación nociva. “…porque se retroalimentan uno al otro”, recalca.

A continuación, la especialista detalla que una relación de este tipo provoca hastío y dificultades de realización personal a cada uno de los integrantes. Puede generar manipulación para evitar ser abandonado y aprovechamiento del individuo dominante sobre el más vulnerable, en determinado momento. “Básicamente, no es una relación sana”, enfatiza.

Scott Wetzler, autor del libro “¿Soy yo o eres tú? Cómo le damos vuelta a los sentimientos y nos culpamos”, afirma que en la vida de una pareja hay problemas que pueden crear codependencia. “Una pareja puede tener problemas controlando sus impulsos o simplemente no demostrando mucho interés en la relación. Así, la otra persona, que es la codependiente, hace todo lo posible para tratar de arreglar la situación”, explica.

Tessina coincide al asegurar que puede surgir cuando una persona es egoísta o no muestra interés, es decir cuando solo uno en la pareja es cariñoso y se preocupa por el otro.

¿Quiénes son susceptibles?

Cualquiera puede enfrentar este trastorno psicológico, como dice Mendoza Burgos, pero son más propensas las personas inseguras, con baja autoestima, temor al abandono y necesidad de reafirmación. Son incapaces de poner límites. “Los codependientes pueden ser pasivos o dominantes, pero también pueden intercambiarse a lo largo de una relación o según sea la persona con la que se interactúa. Familiar y socialmente serán personas muy amargamadas entre sí”, manifiesta.

El psicólogo y autor del libro “La Caja de Herramientas Emocionales”, Daniel Bochner, manifiesta que el codependiente también puede ser la mejor persona, la más inteligente, la que parece tener todo organizado. “Se definen como lo suficientemente fuertes como para lidiar con cualquier cosa, cuando en realidad deben preocuparse por cuidarse de sí mismos, en lugar de probar que son fuertes”.

Hay que destacar que las personas que han crecido en hogares con este patrón suelen ser codependientes. Es así que una niña con un padre alcohólico y problemático, al crecer se sentirá atraída por este tipo de hombres.

Rosibel creció junto a un padre alcohólico y mujeriego que controlaba todo en su hogar. Y las relaciones anteriores, fueron con sujetos que tenían el mismo perfil. Sin embargo, para ella esto podría no ser un problema.

Entonces, ¿cómo darse cuenta si se es codependiente? Si se necesita de cierta persona y de su aprobación constante hasta ser obsesiva, es momento de pedir ayuda.

Para contrarrestar este trastorno, hay psicoterapias que pueden ofrecerse simultáneamente con sesiones de relajación profunda y existen asociaciones de codependientes que ofrecen terapia grupal similar a las de los AA.

Lo importante es saber que así como cualquier persona puede estar propensa a generar una codependencia emocional, casi todos los codependientes pueden superarlo y mejorar su calidad de vida.