Laura, la paciente que se enfrentó tres veces al cáncer

El primer diagnóstico lo recibió hace trece años, el último en el primer trimestre de este año

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elsalvador.com

Por Yamileth Cáceres nacional@eldiariodehoy.com

2013-11-24 7:00:00

Laura Henríquez es una mujer de 68 años y estatura baja que ha batallado tres veces con la misma enfermedad: el cáncer.

Su primer diagnóstico lo recibió en 2005, el último en marzo de este año. “Fue muy impactante, porque uno ya conoce a lo que va a entrar, el tratamiento que seguirá, que es muy doloroso, pues todo lo que da; entonces uno dice ya me dió otra vez y hay que comenzar de nuevo”, comenta mientras bebe un poco de agua.

La primera vez le detectaron un tumor en la mama izquierda, recibió seis quimioterapia, se sometió a una masectomía y a 25 radiaciones para que el tumor desapareciera de su cuerpo.

Laura, una periodista de carrera, expresó que ella periódicamente se realizaba exámenes porque a temprana edad le tuvieron que quitar la matriz, tenía 19 tumores y luego le hallaron nódulos en la mama, pero no era cáncer.

Pero un día, al revisarse notó su pecho inflamado y que le había cambiado de color, los especialistas dijeron que tenía cáncer. Ella salió bien de esa etapa pero no se imaginó que pocos años después se tendría que enfrentar con el mismo problema.

La enfermedad le apareció en la misma mama y también en la columna vertebral, tras recibir nuevamente quimioterapia, una cirugía y radioterapia se creyó libre del cáncer por segunda vez.

Pero en abril de este año, la enfermedad nuevamente apareció, esta vez, en la mama derecha. Además le encontraron metástasis en el pulmón derecho y un derrame en el corazón.

“(Los médicos) diagnosticaron que no era posible la operación, (dijeron) que no iba a resistir”, comentó Laura.

Ante esa situación, la doctora que tenía el caso a cargo decidió iniciar el tratamiento con quimioterapia y una cirugía.

Fue sometida a la operación en agosto, y en octubre, los exámenes detallaron que el tumor desapareció, pero aún le falta completar su tratamiento con 20 radiaciones; está a la espera de iniciarlas.

“Para mí es increíble por lo que he vivido. El cáncer de pulmón no es tan fácil que desaparezca”, manifestó la paciente.

Ella considera como “bastante cruel que se esté repitiendo, ya como que asusta, pero he tratado de tener el entusiasmo y la calma para iniciar los tratamientos”.

En estos años, lo más difícil ha sido someterse a los tratamientos por todos los malestares que le generan los medicamentos, entre ellos vómitos, gastroenteritis, depresión…

“Hay momentos en los que uno no quiere ver a nadie, uno mejor se encierra”, indicó.

Laura a pesar de que fue optimista y siempre buscó salir adelante ante la situación de salud, reconoce que hubo un momento en el que perdió la esperanza y pensó que no podría superar la enfermedad.

Ese momento fue cuando vio el examen del corazón en el que se mostraba el derrame del órgano y los exámenes que mostraban el cáncer en el pulmón.

Recuerda: “La doctora me dio mucho ánimo y dijo que iba a salir adelante con el tratamiento”.

Ella ha llevado sus tratamientos en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social.

La derechohabiente por una parte se ha sentido tranquila porque el ISSS le ha proporcionado las medicinas y el tratamiento que ha requerido, aunque en 2010 tuvo que acudir a la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos y apelar para que le proporcionaran una inyección.

Se trataba de un inhibidor que evita el desarrollo de nuevas células cancerosas, poco tiempo después el Seguro se lo comenzó a suministrar, en la actualidad recibe esas inyecciones.

Laura, quien se especializó en periodismo ambiental, considera que en el país se debe desarrollar una política del control del cáncer que incluya campañas de prevención, un programa con tratamientos adecuados para quienes padecen esta patología y un programa paliativo para que aquellos que no tienen cura puedan tener una buena calidad de vida.

Esa mujer que ha salido adelante y no se dejó doblegar por la enfermedad le dice a aquellas personas que son diagnosticadas que tengan mucha confianza en sus medicamentos, en los médicos y en ellos mismos.

“Creo que para salir adelante de esta enfermedad hay que tener mucha seguridad en uno mismo”, añadió.