Réquiem por una orquesta

Fueron declarados Patrimonio Cultural Vivo, pero tienen los instrumentos dañados y sin mantenimiento. No tienen uniformes nuevos, necesitan que contraten a otros músicos para sonar armoniosos. En vez de ayuda, a estos músicos les han dado la espalda

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por Tomás Andréu Twitter: @tomazs_andreu

2013-10-15 8:00:00

El pasado 4 de octubre la Orquesta Sinfónica de El Salvador (OSES) cumplió un año de haber sido declarada Patrimonio Cultural Vivo de El Salvador por la Asamblea Legislativa. Todos los partidos políticos estuvieron de acuerdo en votar a favor de dicha distinción. ¿De qué sirvió? ¿Algo cambió para los músicos desde aquella fecha? La respuesta es no. El ente rector que ha debido velar por ellos —la Secretaría de la Cultura de la Presidencia (Secultura)— ha hecho poco —o casi nada— por la entidad musical.

Así lo afirma uno de los integrantes de la OSES en una entrevista que concedió a El Diario de Hoy. Guardamos su identidad por las claras represalias que podría existir hacia esa persona. También hay fotografías sobre el deterioro en el que están los instrumentos de la orquesta. Además, existe una declaración pública del cineasta Jorge Dalton —funcionario de Secultura— en la que menciona la situación en la que se encuentra la OSES.

“No ha cambiado prácticamente nada. Quizás lo único nuevo es que ahora antes de los conciertos (si en caso hay palabras protocolarias) se menciona que somos Patrimonio Cultural Vivo de El Salvador y ante esto la gente aplaude. También la Asamblea Legislativa nos invita seguido a dar conciertos en el Salón Azul y en los “Programas de Mano” aparece el mismo dato… En concreto: nada importante, puro protocolo, puras palabras, puros aplausos, casi demagogia”, comenta la fuente.

Dalton refuerza lo anterior con una declaración pública que hizo a través de la red social de Facebook.

La reacción del director de Cine y Audiovisuales de Secultura surgió cuando este medio publicó que más de un cuarto de millón de dólares no podrá ser usado en 2013 para el sitio arqueológico Las Marías, porque la máxima autoridad “se durmió” en la ejecución de los fondos que figuraban en el presupuesto de este año. Por ello, la Asamblea Legislativa le pidió cuentas a la máxima autoridad de la institución cultural del gobierno: Ana Magdalena Granadino.

“Me siento verdaderamente avergonzado por lo que está sucediendo en Secultura, donde las máximas autoridades hacen oídos sordos ante cosas que, como ciudadano y trabajador de esta institución, considero graves (…) Otra cantidad de irregularidades se han venido dando y se reflejan de manera constante en la prensa nacional, sin que las autoridades hagan oído de tales quejas mientras los trabajadores y artistas dentro de la institución tenemos que seguir tolerando y algunos hasta bajando la cabeza como si fuéramos los responsables directos de todo ese desastre (…) [y] desatender hasta marginar a la Orquesta Sinfónica Nacional a pesar de haber sido declarada Patrimonio [Cultural Vivo]”.

El trabajador de la Secultura cierra su denuncia con un desafío: “O nos oponemos rotundamente de una vez y para siempre a esas posturas ciegas, sordas y corruptas hasta ser escuchados o continuamos siendo también culpables del futuro incierto de la cultura dejándole de herencia a nuestros hijos y nietos una nación agonizante”.

Antes de que fueran nombrados Patrimonio Cultural Vivo, los miembros de la OSES tocaron las puertas de la secretaria de Cultura para que esta contratara a nueve músicos, es decir, creación de plazas. La respuesta —en nombre de la “austeridad”— fue no. Un año después, siguen luchando para que contraten a esos nueve músicos y tengan las prestaciones de ley.

Ana Magdalena Granadino no asistió al concierto de noviembre 2012 cuando la OSES celebró sus 90 años de existencia. Tampoco se presentó al concierto en ocasión de la distinción histórica que le dio la Asamblea Legislativa a los músicos.

“Hasta la fecha la secretaria de Cultura ni nos ha felicitado”, afirmó la fuente a El Diario de Hoy. Y añade:

“Como verdaderos quijotes mantenemos nuestros instrumentos como podemos y gastando de nuestros salarios para su mantenimiento. Creo que amamos tanto lo que hacemos que muchas veces damos conciertos grandiosos aún con las cuerdas añadidas, amarradas, con instrumentos tan delicados como el oboe (instrumento de viento) que, en cada presentación, el maestro que lo toca termina con la boca dañada, la presión alta y los pulmones enfermos. Todo por el esfuerzo que tiene que hacer para evitar sonidos fuera de lugar”. (Ver fotografías de algunos instrumentos dañados).

Algo que resintieron mucho los músicos fue el cambio de horarios que tuvo la OSES. Sus días de presentación eran los miércoles y jueves. Tenían muchos años realizando esa jornada. De la noche a la mañana se los cambiaron y perdieron público.

“La OSES no es prioridad por la miopía de las actuales autoridades, porque el tema de las artes no es importante para el gobierno y porque hay resquemores que rayan en la insolencia: el director de Relaciones Internacionales y Cooperación, Alejo Campos, siente celos de nosotros (su prioridad —según esta fuente— es el Sistema de Coros y Orquestas Infantiles y Juveniles) o que la secretaria reniegue de nuestro director titular (German Cáceres y Premio Nacional de Cultura) por razones personales que nada tienen que ver con nuestro desempeño profesional”.

Están hartos

Recientemente, los trabajadores de Secultura presentaron a la Asamblea Legislativa una petición que tuvo eco en los legisladores. La diputada Lucía Ayala de León, del partido ARENA, firmó la solicitud que ahora se ha convertido en pieza de correspondencia y en la cual se pide una auditoría financiera y de gestión a dicha entidad gubernamental “por las constantes irregularidades”. El documento pasará por la Junta Directiva de la Asamblea y posteriormente se hará llegar a la Corte de Cuentas. Entre las peticiones están (citamos):

“Que la Corte de Cuentas audite Secultura, que se investigue en la misma auditoría la participación de la Asociación Pro Arte de El Salvador, quien tiene como empleado al Sr. Alejo Campos, quien aprovecha su puesto de director de Cooperación Internacional para beneficiar, fuera de la ley, a dicha asociación, incurriendo además en un conflicto de intereses; y que se practique auditoría sobre la asignación de plazas y cargos en Secultura”. También añade algo sobre la reciente inauguración de la Pinacoteca Nacional. Sobre esto el documento consigna que “la Pinacoteca (Nacional) fue construida con fondos PAM (Programa Persona Adulto Mayor) destinados realmente para la reparación de las Casas de la Cultura”.

Un funcionario de Secultura —pidió el anonimato— explicó que para la creación de la Pinacoteca Nacional se le quitó al circuito de las Casas de la Cultura alrededor de 54 mil dólares. Los fondos —según la fuente— provienen de un organismo internacional. El dinero fue destinado a la Secretaría de Inclusión Social, pero fue a través del Ministerio de Hacienda que llegó a Secultura. El uso de los 54 mil dólares “fue una decisión de la titular de Cultura. No sé si el organismo internacional sabe o supo sobre cómo serían manejados sus fondos, pero te repito: esa fue decisión de doña Magdalena”.