Profesiones con más índices de separaciones

Turnos, horarios y viajes son algunos aspectos que influyen en las rupturas, aunque la infidelidad es un factor determinante

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elsalvador.com

Por Mireya Amaya tendencias@eldiariodehoy.com

2013-10-13 8:00:00

Cuando una pareja o un matrimonio decide tomar caminos separados cita algunas razones como problemas económicos, incompatibilidad, falta de comunicación, “se murió el amor” e infidelidad, entre otros. Sin embargo, existe un factor que tal vez pocos tomen en cuenta, pero que a la larga puede resultar determinante: la carrera profesional.

Pero, ¿es posible que algunos empleos sean motivos que definan si procede o no una separación? Pues bien, la relación tan estrecha entre un trabajo y el éxito de una relación matrimonial fue objeto de un particular estudio realizado por Michael Aamodt, profesor en la Universidad Radford de Virginia, con base en un detallado análisis de los datos de la Oficina de Censos en lo Estados Unidos.

Según el estudio, determinados trabajos poseen una tasa de divorcio superior al resto, donde pareciera que las parejas no logran superar los problemas asociados a estos empleos y terminan por separarse definitivamente. “Hemos realizado una profundización en el estudio sobre el vínculo entre carrera y matrimonio, y descubrimos que influyen también en la felicidad conyugal el nivel de educación y riqueza de los esposos”, explica Aamodt.

De esta manera, el análisis indica que entre las profesiones o empleos con mayores índices de separaciones. En primer lugar se encuentran los policías con una probabilidad de divorcio del 80 %, a estos les siguen los bartender y los masajistas terapéuticos con un 38% cada uno. Los empleados de la industria del tabaco, comida y los operadores telefónicos comparten un 29 % de probabilidades, mientras que el personal de salud, enfermeras y psiquiatras tienen un 28 %. Este mismo porcentaje aplica para los deportistas, artistas, empleados de entretenimiento, así como para los venderores y personal de telemarketing. Los empleados de mantenimiento y construcción tienen el 27 % y los trabajadores domésticos el 26 %.

De manera general, el estudio de Aadmodt revela que los empleados o profesionales más inteligentes, con más cultura y disponibilidad económica, se divorcian menos que quienes se siente en más desventaja. No obstante, como algunos otros especialistas en el tema indican, los motivos de un divorcio siempre son multifactoriales.

En Latinoamérica

En Chile, por su parte, un grupo de especialistas determinó que existen algunas actividades que son más proclives a romper matrimonios, según el sitio separadoschile.cl.

Los investigadores estudiaron 1,150 casos de parejas cuyas relaciones no funcionaron.

En este caso, el primer lugar de la lista lo ocupan los empleos del área de la salud, como el caso de médicos, enfermeras, paramédicos y similares con un 29% de los casos. En el segundo lugar, con un 14%, se ubicaron los empleos del área de medios de comunicación es decir periodistas, editores, relacionistas públicos, camarógrafos, técnicos, asistentes, ejecutivos y productores de televisión.

Los siguientes de la lista fueron los vendedores de autos con un 12 % y los vendedores de seguros con el 11% de relaciones fallidas. Los taxistas y conductores transporte público eran el 8 % de las parejas separadas; mientras que en el área turismo y hotelería los guías, ejecutivos, vendedores, recepcionistas, encargados de reservas y eventos, relacionistas públicos y similares estuvieron en el 7 % de los casos. Los trabajos no mencionados anteriormente juntaron el 19 % de los casos.

De acuerdo con los autores, las separaciones en estos casos se deben a que “esas profesiones están asociadas al contacto permanente y directo con el público. Como se relacionan con mucha gente, hay mayor posibilidad de sentirse “tentado” y la infidelidad es la causa del 66 % de los quiebres matrimoniales”. A esto se suman algunas demandas de esos empleos, como la necesidad de viajar, los horarios y los turnos, entre otros aspectos, que son incompatibles con una vida familiar estable.