Un profesor de una universidad en Georgia, EE.UU, afirma que los perros tienen emociones tal y como los humanos las experimentan.
Gregory Berns, profesor universitario de Neuroeconomía en la Universidad de Emory, Atlanta, afirma mediante pruebas de resonancia magnética que los canes utilizan la misma parte del cerebro de los humanos para “sentir”, según lo reporta el New York Times.
Berns, también autor de “Cómo nos aman los perros: Un neuro-científico y su perro adoptado descifra el cerebro canino”, realizó pruebas durante varios meses, y dijo que tuvo que anestesiar a los animales para que no se movieran mientras exploraban, con las máquinas, sus cabezas. Esta práctica es normal en la veterinaria convencional, afirmó en la publicación.
Luego de varios intentos, de prueba y error, obtuvo el primer mapa de la actividad cerebral y así logró determinar qué partes del cerebro canino distingue los olores. Para esto, Berns entrenó a su perrita para que se mantuviera estática, por lo menos, 30 segundos.
Así, el científico encontró que había una similitud sorprendente entre los perros y los seres humanos, tanto en la estructura y la función de una región clave del cerebro: el núcleo caudado.
En los humanos, el caudado juega un papel clave en la anticipación de las cosas que nos gustan, como la comida, el amor y el dinero, de acuerdo con Berns.
En los perros, la investigación detalla que la actividad en el núcleo caudado aumentó en respuesta a las señales de mano que indican alimentos.
El neurocientífico llama a esto una homología funcional, y puede ser un indicio de emociones caninas.
La capacidad de experimentar emociones positivas, como el amor y el apego, significaría que los perros tienen un nivel de sensibilidad comparable a la de un niño.
Compartimos fotografías de perritos, enviadas por las audiencias de elsalvador.com