Científicos abren nueva vía contra la hipertensión

Al eliminar conexiones nerviosas entre el cerebro y el cuerpo carotídeo la tensión se reduce y se mantiene.

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elsalvador.com

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2013-09-08 8:00:00

Unos científicos que han realizado experimentos con ratas han descubierto que desactivar ciertos nervios en el cuello puede tratar efectivamente la alta tensión arterial, descubrimiento que podría ser un avance para tratar de atajar uno de los mayores asesinos silenciosos del mundo.

Los investigadores de la Universidad de Bristol hallaron que al eliminar conexiones nerviosas entre el cerebro y el cuerpo carotídeo – un nódulo del tamaño de un grano de arroz – ubicado a cada lado de la arteria carótida en ratas con la tensión alta, ésta se reducía y permanecía baja.

Los resultados ya han llevado al equipo a dirigir una pequeña prueba de la técnica con humanos, y esperan resultados para finales de año.

La hipertensión es para la Organización Mundial de la Salud uno de los mayores asesinos silenciosos debido a que mucha gente que la tiene no la nota, aunque afecta a alrededor de uno de cada tres personas en el mundo y puede provocar ataques cardiacos o fallo renal.

Tras el diagnóstico, el tratamiento se debe seguir de por vida y muchos pacientes pueden controlarla con fármacos. Pero en 1 de cada 50 casos, los fármacos no ayudan.

Julian Paton, que encabezó el último estudio, dijo que aunque los científicos ya conocen el vínculo entre los cuerpos carotídeos y la hipertensión, hasta ahora “no tenían ni idea de que contribuían tanto a la generación de una alta tensión”.

Tim Chico, cardiólogo en la Universidad de Sheffield describió la técnica como “excitante e innovadora”, pero advirtió que se necesitan realizar más trabajos para evaluar su efectividad y seguridad antes de que se pueda pensar en aplicarlo a los pacientes.

Normalmente, indicó Paton, los cuerpos carotídeos actúan para regular la cantidad de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre.

Se estimulan cuando los niveles de oxígeno bajan en la sangre – como cuando alguien contiene la respiración. Eso provoca una subida en la presión arterial hasta que los niveles se restablecen.

Al establecer que esta respuesta se da a través de una conexión nerviosa entre el cuerpo carotídeo y el cerebro, el equipo de Paton decidió bloquear las terminaciones nerviosas en el cuello y encontró que rápidamente bajó la presión arterial.

Jeremy Pearson, director médico asociado en la Fundación Británica del Corazón, que financió parte del estudio, explicó que todas las miradas están puestas ahora en los ensayos con humanos para tratar de averiguar si el tratamiento podría funcionar en personas con la tensión alta que no mejoran con los fármacos actuales. —REUTERS