El aroma a pintura y la frescura de la inspiración penetran el taller de Efraín Cruz, un joven pintor que con su esfuerzo, humildad y mucho talento ha logrado poner en alto el arte salvadoreño.
Cruz trabaja de la mano con el movimiento moderno del Pop Art, el cual le ha permitido realizar piezas con un estilo diferente y un toque original, propios de sus sentimientos e imaginación.
Desde 2010 hasta la fecha este artista comenzó a producir de lleno con esta tendencia, una propuesta que ya ha ganado varios reconocimientos a nivel nacional e internacional.
Dentro del taller los pinceles, canvas, óleos y acrílicos son testigos de su creatividad, así como de las ganas que tiene de hacer bien las cosas.
“Cada pieza para mí es un reto”, menciona Cruz, quien no duda en posar frente a su más reciente creación, “El reflejo”. Allí ha logrado mezclar elementos de la ciudad con sus coloridos trazos.
“El Pop me ha dado la ventaja de poder meter en las piezas cualquier cosa que yo quiera, reinterpretarla y mostrarla de una manera diferente. A la gente hasta le causa cierto placer ver como yo agarro cosas cotidianas y las pongo en la pintura”, explica el artista.
Y es que Cruz tiene una manera muy peculiar de trabajar, disfruta todo lo que hace y menciona que siempre se está actualizando en su proceso creativo.
“Cuando veo una imagen empiezo a pensar como hacer algo distinto. Yo empecé trabajando con personajes de la ciudad, arlequines, prostitutas, gente que miraba en la calle y poco a poco fui llegando a lo que trabajo hoy; pero en realidad cada pieza es un reto”, explica el joven creador.
También menciona con mucho entusiasmo: “Yo trato la manera de que cada pieza y serie que hago tenga algo singular. A mí me encantan los reflejos, me gustan los brillos, porque logro transmitir cosas que no están, por ejemplo una sonrisa, una ciudad; cosas que son abstractas, pero concretas a la vez”.
A la vez asegura que elegir el Pop Art fue una decisión bastante acertada y que le ha permitido expandirse como artista. “Tomé la decisión y esto me ha llevado a trabajar otras corrientes, las cuales fusiono. Ese es el caso del expresionismo abstracto y el surrealismo que los pongo en mi obra de manera sutil”, dice.
En el desarrollo de su carrera Cruz se ha destacado por participar en varias exposiciones, entre las más destacadas se puede mencionar el II Concurso Internacional de Artes Visuales “Así veo El Salvador” (2003), II Bienal de Arte Paiz de El Salvador (2005), Hocus-Pocus del Museo de Arte Moderno de El Salvador y el Festival de Arte en Mayo (Guatemala, 2010).
El salvadoreño también ha presentado sus piezas en Fusionarte Suprema, en la exposición itinerante “Vanguardia” , en la Galería 123 y recientemente en Galería de la Fundación Rozas Botrán Guatemala (2012 / 2013).
“Yo considero que para colocarse como artista uno tiene que trabajar mucho y dejar de lado muchas cosas. Esto exige mucho tiempo y va a depender de tu propuesta y tu madurez”, enfatiza el pintor.
Además considera que para desarrollar una carrera se necesita constancia y pasión.
“Introducirse a un mercado fuera de las fronteras es difícil, se necesita de un buen trabajo e inversión para moverse. Con el tiempo te vas dando cuenta, es una cuestión de años, de toda la vida”, expresa.
Otras de las cualidades que Cruz considera esencial en su trabajo es la honestidad: “Te pueden decir que tu trabajo es bonito, pero también recibes críticas bien fuertes, pero va a depender cómo te ves reflejado en esa crítica y cómo sos honesto con ella”.
En cuanto a su reflexión sobre el Pop Art Cruz afirma que en cualquier parte que se trabaje siempre será una reinterpretación de la realidad.
“El pop es bien mediático, tan cotidiano y en nuestros tiempos la tecnología lo ha acercado”, aclara.