Una experiencia única e inolvidable fue el “Life in Color” que organizó el pasado sábado Istmo Music. El evento atrajo a miles de personas que pasaron un buen momento con sus amigos.
La música, el baile, las luces y muchos colores fueron los protagonistas de este evento que logró cumplir las expectativas de los asistentes.
Temprano por la noche las filas de personas con atuendos blancos destacaban afuera de las canchas exteriores del Estadio Cuscatlán.
Uno a uno los DJ ejecutaron su playlist mientras la eufórica audiencia no paraba de saltar. Más y más personas seguían llegando, cuando la cuenta regresiva para la descarga de pintura apareció en la pantalla de fondo.
Más que fantasía
Justo a las 10:00 p.m. apareció una figura un tanto escalofriante sobre el gran escenario. Con atuendo blanco y movimientos que provocaban la euforia del público, el personaje fue el encargado de dar la primera descarga de pintura.
El blanco se tornó rosa y las personas que estaban frente a la consola estaban frenéticas y se movían al ritmo de las mezclas de HeatBeat.
Durante la jornada fue la pintura la que brilló, no cabe duda que esta es la razón por la que “Life in color” es una de las mejores fiestas electrónicas en el mundo.
Cerca de media noche el ambiente estaba en su auge, jóvenes bailando en todas las áreas intercambiaron pintura verde y azul.
Este concepto es muy innovador, y los asistentes esperan que se vuelva a repetir. Fue todo un éxito, y se hablará de ello por un buen rato.