Investigan posible combustión espontánea en niño de 2 años

Ha ocurrido cuatro veces desde que nació, durante el último episodio fue tan intenso el fuego que prendió la casa

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elsalvador.com

Por Agencias

2013-08-14 3:00:00

Rahul, un bebé indio de dos años, tiene en jaque a la comunidad científica al haber sufrido combustiones espontáneas en cuatro ocasiones desde que nació, informa Times of India.

Una de las versiones que barajan los médicos es que el sudor del pequeño emite un gas que provoca la combustión espontánea.

“El bebé se encuentra estable y está en tratamiento por las heridas y cicatrices provocadas por las quemaduras”, explicó el doctor Narayana Babu, jefe de pediatría del Hospital Universitario de Kilpauk.

El pediatra señaló que el bebé estará bajo observación y podría ser dado de alta dentro de dos semanas, dependiendo de su condición.

Rahul y su familia viven en la localidad de Villupuram, a unos 150 kilómetros de la sureña ciudad de Madrás (Chennai). Aunque, según su padre, ahora tendrán que buscar un lugar donde refugiarse, ya que su casa se incendió durante la última combustión espontánea del pequeño.

Según los padres, su comunidad los ha condenado al aislamiento porque creen que se trata de una maldición. Otros, por el contrario, incriminan a los propios progenitores: “La gente pensaba que le prendí fuego yo deliberadamente” relata Rajeswari, madre de Rahul.

Los médicos del hospital de Madrás donde ingresó el bebé están explorando todas las posibilidades, incluso la de maltrato, y reconocen que hasta el momento no existe un tratamiento comprobado que pueda ayudar a curar a Rahul.

En los próximos días presentarán los resultados de las distintas pruebas que le está haciendo. Estas pruebas incluyen desde análisis de las muestras de sudor, orina y sangre hasta analizar sus órganos para ver si ha habido maltrato, aunque en una primera exploración se ha determinado que su funcionamiento es correcto. “Los órganos del bebé están funcionando normalmente y es estable”.

El pequeño Rahul continúa ingresado, aunque sus quemaduras ya han sanado y sólo le queda el recuerdo en forma de cicatrices en cabeza, torso y extremidades. Sorprendentemente no hay quemaduras en su espalda. “Esto podría deberse a que estaba de espaldas y su parte posterior no estaba en contacto con el aire”, ha explicado uno de los doctores que investiga este extraño fenómeno de combustión espontánea humana.