El dermatólogo francés Phillippe Humbert visitó ayer El Salvador para exponer cómo a través de diversos estudios se pueden crear tratamientos especiales que ayudan a mantener saludable el área del rostro.
Una de las más recientes investigaciones lideradas por el doctor Humbert, junto a un célebre equipo de dermatólogos, está enfocada en la homeostasis celular, proceso que destaca la reparación natural de la piel, restableciendo su equilibrio interno en todos los niveles, desde la células hasta los tejidos.
Cuando este proceso natural funciona de forma correcta mantiene la piel protegida y saludable, sin embargo, con el paso del tiempo diversos agentes interrumpen la homeostasis, provocando un desequilibrio que acelera el proceso de envejecimiento.
El motivo por el cual la edad comienza a dejar huellas, sobre todo en el rostro, es la pérdida del equilibrio natural que, a su vez, es generada por distintos factores internos según cada edad, tales como el estrés progresivo, la oxidación celular y la acumulación de toxinas, que combinados con otros factores externos, aceleran el proceso degenerativo de la piel.
La edad de la piel
Humbert explica que en el Centro de Estudios de Investigación sobre la Piel “se realizan investigaciones sobre cosmética activa, que utiliza substancias tratantes capaces de tener efectos más profundos en la piel”. Por lo general, estos estudios son solicitados al Centro por compañías dedicadas a la producción de tratamientos especiales, sobre todo los de tipo facial.
De acuerdo con los diversos análisis realizados, se ha determinado que después de los 30 años de edad, el estrés de las múltiples ocupaciones y los diversos ambiente desactivan los genes que generan las proteínas de defensa de la piel.
Al entrar a la cuarta década, esta pierde su elasticidad debido al proceso de oxidación celular. Mientras que a los 50 años se producen importantes cambios hormonales como el climaterio, y con él se presenta una acumulación excesiva de proteína tóxica que desequilibra las células, acentuando la edad.
En los laboratorios de avanzada investigación dermatológica del Centro de Estudios de Investigación sobre la Piel, existe una constante preocupación por el conocimiento profundo de las necesidades de la piel y la creación de nuevas fórmulas para tratarla.
El dermatólogo reflexiona que por medio de tratamientos faciales y un buen estilos de vida se favorece la buena salud de la piel: “hay que hacer deporte, tener una buena alimentación, evitar el exceso de estrés, amar la vida, de tal manera que estas costumbres y emociones positivas se reflejen”.