Es publicista de profesión, sin embargo su amor por el mar y su pasión por el buceo lo llevaron a convertirse en un oceanógrafo por convicción. Se trata de Roberto Llerena, quien conduce el programa televisivo ‘Océanos secretos’, en donde además de compartir investigaciones marítimas también señala las faltas contra el medio ambiente.
“Uno de los temas horrorosos es la cantidad de desperdicios plásticos, como por ejemplo lo que está sucediendo en la Bahía de Jiquilisco, en Punta San Juan”, detalló.
Ante esto, Llerena considera de rigor que los gobiernos deben volver sus ojos al mar, pues con el aporte de fondos y la creación de políticas no solo se beneficia el medio ambiente, sino también puede propiciarse el desarrollo económico desde otras áreas, además de la pesca.
“El propósito es frenar la sobrepesca, el exceso de captura de tiburones que debido a la demanda de aletas por los países orientales se está castigando mucho a la especie, y se le está poniendo en un grave peligro por primera vez en el mundo”, enfatizó.
A pesar de que se inició en el buceo como un pasatiempo, Llerena cuenta con más de 30 años de experiencia, en los que ha trabajado con diferentes investigadores en República Dominicana, en las áreas de ‘Rescates Arqueológicos Submarinos’, investigaciones de ballenas jorobadas y expediciones en cavernas submarinas.
De ahí que otro de sus principales propósitos sea implementar algunas ideas que funcionaron durante su trabajo para el gobierno dominicano, a través del Ministerio de Turismo y Medioambiente, así como para el Ministerio de Cultura y Educación.
“Mi propósito es crear un santuario de mamíferos marinos en donde las ballenas, delfines y orcas puedan ser protegidas tal como lo hicimos en República Dominicana; y cuyo impacto despuntó el turismo marítimo, pues mucha gente, al igual que aquí, ignoraba que esas especies visitaban sus costas”, apuntó.
Sin embargo, aclaró que antes de empezar con las investigaciones correspondientes, él junto a su ‘grupo Nautilius’ se encuentran en la etapa de exploración para identificar los puntos de avistamientos, así como para aunar esfuerzos con otras entidades ambientalistas.
La creación de un acuario nacional también forma parte de sus planes. “Cuando trabajé en República Dominicana nos dimos cuenta del impacto positivo que tuvo en las personas, ya que se incrementó su respeto por el mar (…) en este tipo de proyectos no hay animales superiores como delfines y ballenas, pero hay otras especies que nos permiten conocer su belleza e importancia en la vida marina”, enfatizó.
Llerena espera que este tipo de acciones y su programa cambien la mentalidad vocacional de los jóvenes hacia la oceanografía, la biología marina y todas estas ciencias.