Que haya una banda de rock donde el tecladista se llame Cosmo, el guitarrista Mach y el baterista Ashura puede ser algo muy normal. La gran diferencia es cuando el baterista tiene seis brazos capaces de golpear 22 puntos de percusión distintos, el guitarrista cuenta con 78 dedos y el tecladista tiene forma de pez. Algo jamás visto, sin duda, porque se trata del grupo musical Z-Machines, integrado por tres robots de creación japonesa.
El original trío mecánico, acompañado por las cantantes de pop Amoyamo, ofreció el lunes su primer concierto en una conocida sala del centro de Tokio ante decenas de espectadores y un gran número de medios de comunicación.
Las mentes detrás de esa propuesta musical futurista, patrocinada por una conocida marca de bebidas alcohólicas, son Yoichiro Kawaguchi, profesor de informática de la Universidad de Tokio, y el artista Naofumi Yonetsuka, especializado en creaciones mecánicas. Este último es el padre del androide guitarrista y también del batería.
“Ashura (el baterista)es el equivalente a cuatro personas tocando tambores”, dijo Yonetsuka durante el concierto.
Mach por su parte es una máquina parlante que tiene un monitor por rostro y una melena fabricada con cables LAN, y que es capaz de tocar con un tempo de más de 1,000 batimientos por segundo, lo que unido a la frenética percusión de Ashura genera un sonido enérgico y vibrante.
En cuanto a Cosmo, Kawaguchi dijo que tiene “la forma de un pez super-evolucionado”, diseñado para acompañar a los otros dos músicos en el proyecto.
La canción debut del grupo es una pieza tecnológica denominada “Post people, post party”, escrito y arreglada exclusivamente por DJ Tasaka, un ícono en Japón.
Según Tasaka, en un principio tenía en mente una canción tipo disco-electro, pero cambió de idea cuando vio cuán técnicamente sofisticados eran los robots. “Así que escribí una canción nueva, mucho más complicado, pensando: Toma eso”, dijo Tasaka, pero luego fueron capaces de reproducirlo. El famoso DJ apuntó que los Z-Machines tienen la capacidad de crear sonidos que son imposibles de lograr por tres músicos humanos.