Rapel: aventura entre montañas y cascadas

[Turismo Y AVENTURA] Es una aventura única, llena de emociones, adrenalina y naturaleza donde predomina la paz y la tranquilidad del río y la vegetación.[Turismo y aventura] Es una aventura única, llena de emociones, adrenalina y naturaleza donde predomina la paz y la tranquilidad del río y la vegetación

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por Texto: Maynor Elías Ruiz/ Foto: Lissette Lemus

2013-05-16 8:00:00

Para disfrutar de imágenes dignas de postales no es necesario salir de las fronteras salvadoreñas. Basta con visitar el municipio de Santo Domingo de Guzmán, a 12 kilómetros al poniente de la ciudad de Sonsonate.

El río El Escuco es uno de los atractivos del sitio, en donde se encuentra la cascada del mismo nombre, con una altura de más de 50 metros, según los vecinos de la zona.

La cascada se ha convertido en la cómplice perfecta para atraer a los amantes de la aventura y la adrenalina. Por ello es frecuentada por decenas de turistas, nacionales y extranjeros que gustan de la práctica de deportes extremos como el rapel.

Las enormes piedras, el terreno resbaladizo y la vegetación son obstáculos que se deben sortear, haciendo la técnica de descenso todo un desafío ya que se baja entre las cortinas de aguas de la cascada.

El rapel es una actividad divertida y segura que Guanatours Club ofrece a los visitantes. Para ello dispone de equipo y guías experimentados en la práctica de estos descensos, los cuales brindan a los participantes una aventura única y llena de adrenalina.

Para principiantes y todos aquellos que no conocen de la actividad, pero que desean participar, se ofrece un descenso por la cascada acompañado de un guía, con todo el equipo de seguridad, el que pondrá a prueba el vigor y la energía del visitante a la hora de desafiar la gravedad descendiendo por el cauce de la cascada.

“Esta es una actividad en la que se requieren muchas ganas y energía para realizarla”, explica Mauricio Aguilar, luego de orientar a los turistas sobre las medidas de seguridad al momento del descenso.

Aguilar también coordina con las autoridades policiales y militares para garantizar la seguridad de los visitantes y para que la estadía en el sitio sea agradable.

Agrega que la práctica de esta actividad siempre se realiza utilizando equipos de alta seguridad certificados y bajo la supervisión de guías experimentados.

“Para llegar al sitio se deben caminar varias horas desde San Salvador, pero vale la pena el esfuerzo, porque es uno de los sitios más lindos que he visto”, dice Gabriela Zepeda, turista.

Para relajarse

El Escuco no sólo es una opción para los aventureros, sino también para los amantes de la relajación. Por ello en la ribera del río muchos vecinos aprovechan la visita para preparar una carne asada que comparten con sus familias, mientras se divierten viendo a hombres y mujeres descender por la alta cascada.

Los vecinos que se dan cita los domingos al lugar cuentan que este sitio era considerado como un templo ceremonioso por los antepasados (pipiles). En esas enormes peñas, los indígenas se sometían a los más importantes y característicos rituales.

Y no faltan los lugareños que en sus relatos le dan vida a la leyenda de la Siguanaba que en las noches silenciosas acude al afluente para darse un chapuzón.

Para este domingo Guanatours Club tiene programada la práctica de este deporte. Los interesados en conquistar la cascada de El Escuco pueden llamar a los teléfonos 2264-9580 y 7762-2056 para reservar cupo.