Arte salvadoreño impulsa agenda del país ante la ONU

Una decena de creaciones de artistas plásticos salvadoreños –presente en la Misión permanente ante la ONU- ha sido revalorizada y ahora impulsa temas relevantes como la eliminación de todo tipo de violencia contra las mujeres, el combate de la pobreza y el respeto a los derechos de los inmigrantes y sus familias

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elsalvador.com

Por Carmen Tamacas Corresponsal en Nueva York escena@eldiariodehoy.com

2013-05-17 8:00:00

NUEVA YORK. Las banderas de Estados Unidos y El Salvador ondean suavemente en una mañana donde el invierno por fin da señales de despedirse de la ciudad.

Dentro de la Misión Permanente de El Salvador ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), todo es tranquilidad; aunque comparte instalaciones con el Consulado, apenas es perceptible el murmullo de los compatriotas que llegan desde temprano a tramitar servicios.

En las paredes de este inmueble, que tiene más de 100 años de antigüedad, ha permanecido por décadas una decena de cuadros pintados por algunos de los representantes más importantes de la plástica salvadoreña del siglo XX.

José Mejía Vides (1903-1990), Camilo Minero (1917-2005), Ernesto San Avilés (1932-1991), Julio Hernández Alemán (1940), César Menéndez (1954), Armando Solís (1940) y Bernardo Crespín (1949) han estado presentes en este espacio regalando retazos de historia, algunos desde hace más de medio siglo, aunque prácticamente inadvertidos.

Incluso hay un salto hacia el siglo XIX con la existencia de un cuadro de Miguel Ortiz Villacorta (1887-1963), titulado “Parque Balboa.

El embajador de El Salvador ante la ONU, Carlos Enrique García, explicó a El Diario de Hoy que las obras están en un proceso de revalorización: ahora forman parte oficial de la Colección de la Misión y forman parte de la agenda multilateral que esa Misión lleva a cabo.

En primer lugar, las obras que estaban dispersas y colocadas al azar en todo el inmueble, ahora han sido concentradas en el despacho principal, un salón amplio e iluminado donde se dan citas y reuniones de alto nivel político y diplomático.

La identificación y contextualización de las obras está a cargo de Sonia Melara, una destacada artista plástica salvadoreña radicada en Nueva York desde hace 12 años. Ella ha sido nombrada ad honorem como encargada de asuntos culturales de la Misión.

Con la poca documentación disponible y constatando referencias de la historia del arte salvadoreño Melara indagó los títulos de las obras, la fecha en la que fueron elaboradas y el contexto en el que fueron creadas.

Por ejemplo la obra de Ernesto San Avilés titulada “Hortensia”, que data de 1953, está fuera de su estilo personal más reconocido. Con familiares del artista, Melara confirmó que la pintura corresponde a la época en que San Avilés era alumno del maestro Valero Lecha.

No existen registros exactos sobre la adquisición de las pinturas. Marcela Solís, hija de Armando Solís, explicó a Melara que el cuadro “Calles de adobe. San Miguel” es de 1966; su padre recuerda que por esos años la Cancillería adquirió esa y otras cinco obras de artistas salvadoreños para embellecer las instalaciones de la Misión en Nueva York.

“Dice mi papá que esa obra que tienen es una reliquia”, reza el mensaje.

De acuerdo con Melara, es probable que en esas fechas también fueron comprados los cuadros de Camilo Minero y Julio Hernández Alemán.

Arte que transforma

Vivir en Nueva York le ha permitido a Melara adquirir un profundo conocimiento del arte latinoamericano y, especialmente salvadoreño, que está presente en colecciones privadas y museos.

La artista destaca que la colección de la Misión de El Salvador ante la ONU resume casi un siglo de la historia pictórica del país, aunque ninguno de estos autores permaneció o vivió en la Gran Manzana produciendo obra.

Sus gestiones han permitido ampliar la colección de la Misión con préstamos generosos; así se cuenta con obras de Carlos Cañas (1924-2013), Benjamín Cañas y Ana María de Martínez (1937-2012).

El embajador García indicó que como parte del programa cultural que están desarrollando, para junio próximo se espera montar una exhibición del patrimonio artístico de la Misión. Ésta contará con un catálogo ilustrado con las reproducciones de los cuadros realizadas por Patricia Letona Álvarez, quien a su vez fotografió detalles del inmueble histórico donde está alojada la sede diplomática.

Como antecedente, mencionó la exposición de algunas obras de esta colección y otros artistas invitados, durante un seminario sobre la Eliminación y prevención de todas las formas de violencia contra las mujeres; ésta se llevó a cabo en ocasión de la 57ª. Asamblea de Comisión de la Mujer de la ONU, en marzo de este año.

“El punto es no solo que existan obras de arte, sino (mostrar) cómo la cultura y el arte tiene incidencia en la política exterior del país”, destacó el diplomático, quien ocupó el cargo de Vicepresidente de la Comisión de la Mujer para el período 2012-2013.

Obras como “Pancha con cántaro”, de Mejía Vides, ilustra la lucha cotidiana de las mujeres rurales; ellas son beneficiarias de programas sociales como Ciudad Mujer que ha sido galardonado por la ONU.

La creatividad y el arte, forman parte del “soft power” (poder suave) en la sociedad, “el arte puede colaborar y ser instrumento en la protección de los derechos humanos”, destacó Melara.

Entre los artistas salvadoreños invitados para esta exposición figura Jorge Guzmán, fundador del Proyecto Cultural Ikarus Gallery. “(Fue una experiencia) Interesante y constructiva como todo lo que deja un intercambio cultural, ya que nos dieron la oportunidad de participar con cuatro piezas”, indicó el pintor, cuyas obras se encuentran en colecciones privadas de Long Island, sede de un conglomerado de más de 100 mil salvadoreños.

Melara añadió que los proyectos socioculturales de la Misión consideran el arte más allá de la estética y la decoración. “Como el lema lo dice: Art Inspired Action, queremos inspirar la acción e ir en concordancia con los temas sociales relevantes en la ONU, tales como la eliminación de la violencia contra las mujeres, la migración y la protección de los derechos de la niñez”, apuntó.