Embalsamarán al “Solitario George” en Estados Unidos

El proceso tardará seis meses

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elsalvador.com

Por Agencias

2013-03-11 3:50:00

Los restos de la centenaria tortuga de las islas Galápagos y conocida como el “Solitario George”, fueron llevados al Museo de Ciencias Naturales de Nueva York, en Estados Unidos, para ser embalsamados durante los próximos seis meses, así lo informó el Parque Nacional Galápagos, citado por el portal ElComercio.com.

El conocido quelonio, convertido tras su fallecimiento el 24 de junio de 2012 en símbolo de la lucha por la conservación de especies en el mundo, estuvo bajo cuidado especial en la Isla Santa Cruz, su último hábitat y fue trasladado este lunes vía aérea a Estados Unidos bajo protecciones especiales.

El “Solitario George” volverá a las Galápagos para ser exhibido en un Centro de Interpretación de Tortugas Gigantes, que se empezará a construir y se lo mantendrá allí “como si estuviera vivo”, dijo Washington Tapia, responsable de investigaciones aplicadas del Parque.

Tapia considera que esta actividad es una muestra más del “compromiso del Estado ecuatoriano” por la conservación no solo de las especies sino de los seres humanos que habitan el archipiélago.

Los restos de “George” viajaron en compañía del biólogo James Gibbs, profesor de la Universidad Estatal de Nueva York, entidad que colabora con las investigaciones en esta región insular ecuatoriana y que asumirá los costos del embalsamado.

Adicionalmente, la Dirección del Parque Nacional Galápagos, que rige la actividad conservacionista de las islas, inició un trabajo genético para intentar reproducir a un individuo de las características de “George”, luego de hallar hace unos meses a una especie de tortuga híbrida, de genes similares al “Solitario George”, en otra isla. Pero eso será un trabajo de largo plazo, por lo menos de 100 a 150 años, dijo Tapia.

El “Solitario George” fue el último ejemplar de la especie de tortugas Chelonoidis abingdoni y vivió hasta el año pasado en un reservorio de la Isla Santa Cruz.

Era frecuentemente visitado por turistas de todo el mundo. Vivió sus últimos años rodeado de tortugas con las que se apareó, pero sin lograr una reproducción existosa.

Murió tras una centenaria existencia, que ahora se mantendrá presente, aunque inmóvil, por otros 500 años, que es el cálculo de protección de su piel y caparazón que tendrá con el trabajo de embalsamado.