La comisión revisora de los Estatutos de la Federación Salvadoreña de Fútbol aparecía como un soplo de aire fresco en el deteriorado fútbol salvadoreño. La idea de redefinir cuestiones centrales de Fesfut y la iniciativa de priorizar el interés general sobre el particular para buscar sacar al fútbol nacional del pozo donde hoy está, suponía un avance ante tanto descalabro interno.
No fue así. Los miembros independientes de esa Comisión, primero, y los de Primera División, después, decidieron renunciar ante la falta de compromiso y voluntad de los directivos de la Federación integrantes de esta Comisión Revisora. El punto central de la discordia fue -ninguna novedad- la elección de los miembros del Comité Ejecutivo
Sin embargo y aunque no haya llegado a feliz término la Comisión trabajó durante más de un año y ahora la esperanza está puesta en que ese tiempo no haya sido en vano. Los acuerdos en ese período homologados por federativos en Comisión juramentada, son estos:
-Transparencia en la gestión. Se propuso y se redactó que el Comité Ejecutivo deberá rendir un informe anual detallado de todas sus actividades. Y se someterá a una auditoría interna de una firma de prestigio para tener el detalle del manejo de fondos.
-Cualquier persona para ser elegible en el próximo Comité deberá tener un plan de trabajo con objetivos detallados. Compromiso para que las estructuras conozcan distintas propuestas.
-El concepto de planilla en la elección, algo que genera pluralidad y democracia. En la propuesta se ponía especial énfasis en que no sería una sola planilla para cada estructura, sino varias con distintos dirigentes.
Estos puntos están redactados y fueron avalados por los federativos que estaban en esta comisión (Rajo y Carrillo) que tenía carácter formal. Respetarlos y llevarlos a la práctica sería un saludable proceso para empezar a dar luz a todo lo que pasa puertas adentro de un Federación hoy en estado oscuro.