Cuando el Santa Tecla goleó al Alianza 4-0 en el estadio Cuscatlán un ya lejano 21 de mayo de 2017 y le ganó su segunda final consecutiva, la decepción e incredulidad se apoderó de la mayoría de los albos.
Tenían el mejor plantel, habían sido los más regulares del torneo, pero otra vez se quedaron con las manos vacías en el partido decisivo. Sin embargo, esa goleada en contra se transformó paradójicamente en el embrión para que este impresionante invicto, que ayer llegó a los 40 partidos, sea hoy una feliz realidad para todos los aliancistas.
Tras aquella derrota dolorosa y contundente, se decidió apostar por la renovación del cuerpo técnico, todo una rareza en el fútbol criollo. El Zarco Rodríguez se juntó con Tigana Menéndez y el presidente Lisandro Pohl y empezaron a sentar las bases del nuevo Alianza.
Fotos: El rostro de la afición que celebró los 40 juegos invictos de Alianza
No hubo lleno en el partido ante Metapán, pero la afición sigue respondiendo y uniéndose en la historia que están marcando los albos en el fútbol salvadoreño
“Tiraron la casa por la ventana” y se hicieron operaciones impactantes para el mercado local. Básicamente, los mejores jugadores del torneo anterior fueron a engrosar las filas de los albos.
Hasta algunas figuras que no eran bien vistas por la parcialidad aliancista: Henry Romero, el “Catrachito” era el líder indiscutido del archirrival Águila y su nombre fue objeto de malhumores y censuras albas en las redes sociales.
Ayer, por si hiciera falta, quedó demostrado que cualquier cortocircuito quedó saldado. El defensor marcó un golazo de tiro libre en la última jugada del partido y lo fue a gritar con “su gente”.
La cifra mágica de 40 partidos marca una tendencia insoslayable: Alianza tiene una diferencia abismal de presupuesto, plantel y jerarquía con el resto de los equipos de El Salvador. Algunos de sus “suplentes” serían no solo titulares, sino figuras en otros equipos del campeonato.
Acción de juego entre albos y jaguares. Foto/ Lissette Monterrosa
Salvando las distancias, con estilo de torneo europeo, donde las diferencias se vuelven hasta insoportables. Y lo que es fundamental: lo demuestra donde debe demostrarlo, en el verde césped, donde está la verdad como diría el inmortal Ángel Labruna, prócer del fútbol argentino.
Es cierto que hay partidos donde está presente la polémica, pero el dominio es avasallador desde la regularidad, el rendimiento y los números.
Quedó en el pasado el número de 34 juegos sin perder que ostentaba el FAS en la Liga (vale destacar que Alianza sufrió derrotas en Concacaf frente a Olimpia y en Copa El Salvador ante Santa Tecla) y al que parecía casi imposible llegar. Hoy Alianza ya juega directamente contra la historia, buscando que la racha agigante su leyenda.