China pretende aparecer como nuevo interlocutor en la guerra en Ucrania

La República Popular China intenta, desde el 24 de febrero pasado, a través de la presentación de un “plan de paz” sobre Ucrania, realizar una entrada heroica en el escenario internacional y de paso propiciar que se olvide el bochornoso episodio de los globos que sobrevolaron los Estados Unidos a principios de febrero. El aumento de tensiones desde entonces entre los dos país, en particular en la región Asia-Pacífico, coloca en perspectiva la complejidad de las relaciones bilaterales que la guerra en Ucrania pone bajo presión.

Por cierto, China dio un paso nuevo en su relación con Rusia, negándose a apoyar un llamado al retiro de las tropas rusas de Ucrania, establecido por los demás miembros del G20 que estaba reunido en New Delhi a principios de mes. Esta posición se suma a la abstención china en el voto de una resolución, el 23 de febrero pasado, de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, llamando a un retiro "inmediato" del ejército ruso de Ucrania. Fueron 141 los países que votaron en favor, 7 en contra y 32 absteniéndose, entre ellos El Salvador. Esta situación diplomática se agrega al ambiente creado por la decisión de los Estados Unidos, Canadá y ahora el Parlamento Europeo de prohibir el uso de la aplicación Tik Tok de la empresa china "ByteDance" de los aparatos de sus personales. Esta aplicación es usada por más de 60% de los adolescentes en los Estados Unidos. Calificada de "anti-China" por las autoridades de dicho país, la medida abona a la tensión.

Las autoridades federales —y aún más después de los episodios de los globos— apelan a "presiones legales y reglamentarios" para obligar la empresa china a transmitir sus datos o difundir elementos que los Estados Unidos consideran como "propaganda". Por cierto, tanto en estos sectores de información numérica, la lucha es fuerte: en China, Twitter, Facebook, Youtube tanto como Instagram están bloqueados.

Aparece fuerte, en este contexto, "el plan de paz" chino apuntalando una nueva postura: desde hace un año China asumía una forma de "neutralidad", comprometiéndose en marzo de 2022 a no suministrar armamentos a Rusia. Esta situación no impide vender a Rusia bienes de consumo y comprarle gas tanto como petróleo. El nivel de compra, por ejemplo de gas, alcanzó 15 mil millones de m3 en un año cuando hasta 2022 era de 145 mil millones con la Unión Europea. Pero desde entonces, la guerra en Ucrania aceleró un mecanismo de cristalización de posiciones sobre el escenario internacional: la visita del presidente Biden en Kiev y en Polonia en febrero pasado, tanto como el discurso de Vladimir Putin a la nación el 21 de febrero de 2023, dieron forma a una lógica de bloques.

Para países como China, que ganaron espacios y fuerza a raíz de estos últimos decenios, podía volverse incómoda esta situación. Ahora bien, la firmeza asumida en la región del Asia-Pacífico, la salida del periodo de los confinamientos y controles sanitarios en el territorio nacional, impuestos desde hace tres años, posicionaron a China a la ofensiva: ya sea sobre el terreno comercial, de influencia política e diplomática, sabe que el conflicto en Ucrania ofrece una oportunidad de afirmación de posiciones. Presentando unas proposiciones publicadas sobre el sitio de la cancillería china de asuntos extranjeros, el propio 24 de febrero pasado, primer año de conflicto en Ucrania, bajo el título "Posiciones de China sobre el reglamento político de la crisis ucraniana", realiza esta lógica permitiéndole ocupar un espacio global y parecer como un actor internacional.

"Para China, la seguridad de un país no debe ser búsqueda en perjuicio de los demás ni ser obtenido por la expansión o el reforzamiento de bloques militares". Quiere aparecer como un interlocutor mediano, llamando a una negociación.
Ahora bien, la guerra en Ucrania pone presión sobre China : Beijing no quiere usar la palabra de "guerra" y, a diferencia de la resolución de la Organización de las Naciones unidas de la cual es miembro permanente del consejo de seguridad, pone al mismo plano Ucrania y Rusia. Con sus 12 puntos, el plan chino insiste sobre el "respeto de la soberanía de todos los países", mientras se "debe abandonar la mentalidad de la Guerra Fría". Para China, "el diálogo y la negociación son la única solución a la crisis ucraniana ": los principios están definidos sin aportar por lo tanto solución concretar mientras la temática territorial esta en el contra del conflicto ademas de las indemnizaciones y reparaciones. Ahora bien, con este plan, en un contexto de tensiones, Beijing tenia como objetivo el de demostrar que esta en capacidad de formular pilares de trabajo para la definición de un plan de resolución de conflicto.

Busca posicionarse sobre el escenario internacional, aunque Ucrania no aparece en su ámbito de influencia inmediato. Pero, ¿será posible para los Estados Unidos ver su nuevo gran rival comercial, tecnológico como de seguridad en la región del Pacífico, aparecer como el principal actor de paz sobre el conflicto mas peligroso para el equilibrio se seguridad mundial desde la desaparición del sistema Este-Oeste? Parece bastante difícil imaginarlo. Washington tendrá que favorecer una iniciativa directo o vía otro país para contrabalancear la dinámica china.

Un año después del principio de la agresión contra Ucrania hemos, sobre todo, asistido a un reforzamiento de la OTAN en Europa y a una cristalización de las posiciones militar-diplomáticas de ambos lados. China popuso un "plan de paz", que tenía vocación en presentar principios que podrán servir de marco de diálogo en vía de negociaciones de paz.

Por el momento, a pesar de una actividad diplomática importante y a la vez prudente, que vio los cancilleres de los países del G 20 reunirse en New Delhi, tanto como Alexandre Lukachenko, el presidente de Bielorrusia y aliado de Vladimir Putin efectuar una visita oficial a China, las tensiones persisten. Prioridad parece ser dada a la firmeza para que no se extiende el conflicto a espacios nuevos : pueda ser que se inscribiese en esta lógica la ultimas declaraciones de William Burns, Director de la CIA, afirmándose "convencido" de que China se alista a suministrar "material letal" a Rusia, situación desmentida por Beijing.

Estas alertas y declaraciones de responsables de primer rango muestran que estamos en momentos y zonas de peligro: en el terreno, los combates en Ucrania son fuertes en el Este, mientras Bakhmut se ha vuelto como un símbolo de la violencia del conflicto. Sobre el campo político y diplomático, el ultimo G20 tanto como la firmeza de los intercambios sino-estadounidense revelan que se están jugando hoy en día los fundamentos del equilibrio de seguridad que saldrá del conflicto ruso-ucraniano.

Politólogo francés y experto en relaciones internacionales.