Debido a la creciente inseguridad alimentaria que experimentan las familias salvadoreñas expuestas a constantes alzas en el precio de los productos básicos, el desarrollo de huertos urbanos se ha convertido en una apuesta para evitar la crisis.
El proyecto de huertos urbanos en al menos 13 municipios del área metropolitana ha sido impulsado por el Consejo de Alcaldes y la Oficina de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador (COAMSS/OPAMSS), con el objetivo de brindar herramientas a las personas que no se encuentran realizando trabajos remunerados.
La Red de Huertos y Viveros Metropolitanos incluye los municipios de Nejapa, Cuscatancingo, Ciudad Delgado, Soyapango, San Marcos entre otros, están fortaleciendo la red de huertos funciona a través de capacitaciones y asistencia técnica brindada por personal de la OPAMSS.
Cada uno de los huertos trabaja con miembros de la comunidad que asisten a prestar sus servicios de forma voluntaria. Un 85% de los miembros son mujeres amas de casa y cuidadoras quienes no cuentan con un ingreso momentáneo por sus actividades.
Anselmo Fuentes, uno de los voluntarios del huerto comunitario en Nejapa se hizo presente desde muy tempranas horas de la mañana para iniciar con los trabajos de cosecha de tomate, limpieza de los sembrados y otras actividades relacionadas. A sus 64 años encontró una nueva forma de generar recursos para su hogar.
Todos los participantes que trabajan en este huerto son adultos mayores quienes están desarrollando la producción de papaya, tomate, ejote de rienda, pepino, chile. repollo, chilipuca, chipilín y yuca, con la cual se abastecen aproximadamente 160 familias de las comunidades La Granja y El Ferrocarril.
La idea nació en mayo de este año “estábamos reunidos con algunas gentes de familias compartiendo y entonces vimos la necesidad de que los viejitos no solamente estuvieran reunidos, sino que tuvieran en que entretenernos, entonces lo metimos y buscamos el apoyo. La Alcaldía nos ofreció unas parritas de tomate unas parritas de pepino, las sembramos y empezamos”, señaló Fuentes.
Recientemente fue cortada la primera cosecha de pepinos, repollos, pero la producción estrella ha sido el tomate debido a que han realizado varias cortas. Los vegetales de mejor calidad son comercializados a precios bajos para los habitantes de la misma comunidad, quienes hacen sus encargos de forma previa, el producto restante es distribuido entre todos los trabajadores.
“Ya tenemos otro cultivo de lo que es pepino que vamos a empezar a cortar otra vez, siempre vamos rotando así viendo como vamos saliendo”, agregó. Debido a que la mayoría de participantes no cuenta con un grado de escolaridad para iniciar a organizarse y buscar el respaldo de la alcaldía primero se reunieron con el pastor de una iglesia luterana local quién se encargó de dirigirlos en todo el proceso.
Una de las características más importantes que la red de huertos ha logrado es la conectividad, uno claro ejemplo es la forma en la que se distribuyen los plantines para surtir la variedad de cultivos, compartir experiencia e insumos básicos.
No todos los huertos urbanos cuentan con amplias extensiones de terreno como el caso de Nejapa, en su mayoría se están desarrollando en espacios de 20 metros cuadrados en los cuales se trabaja con metodología biointensiva, enfoques agroecológicos y promoviendo las prácticas ancestrales y la siembra vertical.
María Julia de Muñoz, una mujer de avanzada edad y con problemas de lenguaje, explicó cómo el proceso de corta de la cosecha es el punto más gratificante de todo el proceso “agradecerles a todos por el apoyo, por lo que nos dan, siempre nos han venido a ver a felicitarlos por el trabajo y agradecerles también a la Alcaldía que está dando el respaldo para este cultivo, algo raro que se de en nuestra zona. Yo ya puse a secar semilla porque voy a sembrar también en mi casa”, señaló.
Desde enero a septiembre de este año la OPAMSS junto a la Unión Europea han hecho una inversión de alrededor de $20,000, en el fortalecimiento de esta red de huertos urbanos en las comunidades.
El entusiasmo y las ganas de continuar con estos trabajos se ven amenazados por las dudas que la redistribución de municipios ha generado en los últimos meses, al fusionarse Nejapa y Apopa en San Salvador Oeste los ancianos temen que este tipo de proyectos queden en completo abandono, los recursos y la asistencia técnica les sean retirados por lo que están haciendo un mayor esfuerzo para lograr la autosostenibilidad a través del modelo de ventas de los vegetales para evitar el proyecto desaparezca.
