El presidente de la República, Nayib Bukele, ofreció una conferencia de prensa tras conocerse el asesinato de tres policías en Santa Ana. En esta, el mandatario afirmó que van a “arreciar la guerra contra las pandillas”.
Asimismo, descartó que el régimen de excepción vaya a ser suspendido en los próximos dos o tres meses, pese a las denuncias de la comunidad internacional y de organismos defensores de derechos humanos.
A juicio de Bukele, tras el asesinato se evidencia que “las pandillas todavía siguen ahí con fuerza para atacar”. Por ello, les envió un mensaje a los pandilleros: “esto no va a quedar así, van a pagar caro por el asesinato de estos tres héroes que dieron su vida para proteger a la población”.
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El presidente de la República, Nayib Bukele, advirtió a las pandillas con arreciar "la guerra" tras el asesinato de tres policías en Santa Ana por parte de mareros
El mandatario dijo que incrementarán los operativos y las acciones de inteligencia para dar no solo con los perpetradores del hecho, sino con los autores intelectuales y los financistas del asesinato.
Además, dijo que las pandillas no han visto todo el poder y la fuerza con la que se les combatirá. Todo esto, agregó Bukele, se hará a pesar de las críticas que le haga la comunidad internacional, organizaciones de derechos humanos o incluso personajes como Juan Pappier o José Miguel Vivanco. Estos últimos son defensores de derechos humanos que han condenado los abusos de poder durante el régimen de excepción. Lejos de reconocer estas acusaciones, Bukele los llamó “sinvergüenzas”.
Régimen de excepción seguirá
En su conferencia de prensa, Nayib Bukele afirmó que seguirán solicitando a la Asamblea Legislativa la prórroga del régimen de excepción decretado en marzo. Este régimen suspende los derechos de inviolabilidad de la correspondencia, reunión y asociación, y de defensa ante una detención. Además extiende el periodo máximo de detención administrativa de tres a quince días.
"Se verá mucha más presencia de nuestras fuerzas de seguridad en todo el país, pero especialmente en Santa Ana”
Nayib Bukele, presidente de la República
El viernes pasado, el entonces encargado de Negocios de la embajada de Estados Unidos, Patrick Ventrell, afirmó que el régimen de excepción es insostenible y lamentó el alto número de denuncias de violaciones a derechos humanos.
Al respecto, Bukele dijo que no están pensando eliminar el régimen de excepción en los próximos dos o tres meses, sino hasta derrotar por completo al “cáncer” que son las pandillas”.
“Si él (el diplomático estadounidense) se refiere a que no puede estar para siempre (el régimen de excepción), estamos de acuerdo. Pero si él se refiere a que hay que eliminar la quimioterapia antes de terminar el cáncer, este nos va a matar a todos”, contestó Bukele al ex encargado de Negocios.
“Si lo atacamos ahora con la guerra contra las pandillas, lo estamos debilitando. Ustedes han visto cómo ha caído la violencia. Evidentemente quedan algunas células cancerígenas. Si suspendemos la quimioterapia ese 50% (de pandilleros que no han atrapado) va a volver a crecer, va a ser mayor al 100% que era y va a ser resistente a la quimioterapia”, afirmó Bukele, siempre sobre las declaraciones del diplomático estadounidense.
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Ventrell también dijo en conferencia de prensa que si Bukele está pensando en combatir seriamente a las pandillas, debería promover que El Salvador entregue a Estados Unidos a un grupo de cabecillas de la MS-13 requeridos por la justicia de este país. Sobre eso, Bukele no habló en su conferencia.
Denuncias de violaciones
Si bien bajo el régimen de excepción han disminuido las cifras de violencia, hay numerosas denuncias de abusos de poder y violaciones a derechos humanos.
La semana pasada, organizaciones locales e internacionales presentaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos un sombrío panorama: expusieron denuncias de arrestos arbitrarios, tratos crueles, tortura, muertes de personas bajo custodia del Estado y debilitamiento del debido proceso.
En esta audiencia no participó el Estado salvadoreño. Cinco días después, Bukele llamó a las organizaciones “defensores de las pandillas”.