Con el traslado de los primeros reos a la nueva cárcel de Tecoluca, queda en evidencia que el gobierno de Bukele sigue sin intenciones de aclarar puntos que diversos actores han cuestionado sobre la ejecución de este proyecto, que se vende como punta de lanza de la estrategia de seguridad pública planteada por el oficialismo y criticada por su constante irrespeto a derechos humanos.
- Se desconocen los costos
El gobierno de Nayib Bukele colocó en reserva toda a información referente a la construcción de la nueva cárcel en Tecoluca, San Vicente, incluidos los detalles sobre los fondos utilizados o su procedencia.
2. Contaminación ambiental
Desde que inició la construcción de la cárcel en Tecoluca, residentes de las comunidades aledañas advirtieron sobre el impacto ambiental que la infraestructura tendría en la zona, sobre todo en lo relacionado a los mantos acuíferos, pues se verían afectados por las aguas residuales que provengan del penal.
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3. Viola tratados de Naciones Unidas
Organismos como Human Rights Watch han señalado que la nueva cárcel infringe las reglas Mandela de las Naciones Unidas, que establecen parámetros referentes al número de prisioneros que pueden estar reclusos en un solo recinto.
4. Incertidumbre en la zona
Residentes de los alrededores del megapenal expresan su preocupación sobre la presencia de los miles de reclusos en la nueva cárcel, además denuncian que han sido alertados de un posible desalojo por encontrarse cerca del perímetro de la estructura.
5. Reos no condenados
El gobierno ha dicho que los prisioneros que ocuparán esta cárcel serán quienes ya se encuentren condenados tras un proceso judicial; sin embargo, se desconoce si todos los trasladados cumplen con ese requisito.
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6. Contratos sin control
La Asamblea Legislativa, de mayoría oficialista, aprobó que la adjudicación del contrato del megapenal se hiciera sin pasar por los controles que ordena la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública (LACAP).
7. Sin apuesta a rehabilitación
El gobierno del presidente Bukele ha hecho énfasis en que los prisioneros que lleguen a Tecoluca ya no saldrán de ahí. Eso ha suscitado críticas sobre la inexistente apuesta a procesos de rehabilitación o reinserción como parte de un programa integral de erradicación de la violencia.