En cinco de cada diez siniestros viales que atiende Cruz Verde Salvadoreña (CVS), seccional Santa Ana, hay presencia de personas en estado de ebriedad. Dichos hechos ocurren, principalmente, durante las horas nocturnas de entre los días jueves y domingo.
Las estadísticas de la institución demuestran que la combinación de las bebidas embriagantes y conducir un vehículo no es la mejor decisión.
De hecho, el Observatorio Nacional de Seguridad Vial indica que conducir en estado de ebriedad o bajo efecto de drogas es la séptima causa de accidentes a nivel nacional, y ha generado 630 accidentes hasta el 13 de diciembre, con 475 personas lesionadas y 44 muertas.
El médico intensivista Emilio Salazar señaló que la conducción temeraria es una situación “muy difícil” debido a que está generando múltiples accidentes de tránsito, que dejan lesiones y pérdidas de vidas humanas.
Pero también lamentó que las personas están haciendo caso omiso a las advertencias de las autoridades para que no manejen en estado de ebriedad. Así lo reflejan, aseguró, los resultados de las pruebas de alcotest, donde decenas de conductores están dando positivo.
El médico explicó que el alcohol produce alteraciones neurológicas, ante los efectos directos en el sistema nervioso central, aunque la persona haya ingerido poca cantidad de licor.
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Además de que el alcohol provoca disminución en la prudencia de la persona y que una vez termina la ingesta de este, el valor más alto de alcohol en la sangre se alcanza entre 30 a 90 minutos después.
Explicó que hay tres conceptos médicos y jurídicos sobre el tema. Uno de ellos es el estado de sobriedad, que es cuando el conductor se encuentra entre 0 a 49 miligramos sobre decilitro (de alcohol en la sangre), lo cual equivale a la ingesta de dos cervezas.
Si la prueba del alcotest se encuentra en este valor, el conductor es prevenido con una amonestación verbal.
El otro concepto está relacionado a la preebriedad, que es cuando la prueba de alcohol se encuentra entre 50 a 100 miligramos por decilitro de alcohol.
“¿A cuánto equivale?, a cuatro cervezas. Si hay un nivel de estos en el conductor, este es infraccionado con una multa de $57.14. El mismo reglamento de tránsito establece que el estado de ebriedad es aquel conductor que se encuentra con límites de arriba de 100 miligramos sobre decilitro y que es considerado como un conductor temerario. ¿Con cuánto alcanzamos este valor?, con seis cervezas. En este caso lo detienen por 72 horas y la multa es de $57.14 y su vehículo es remitido hasta que resuelva su situación. Es decir que cada cerveza de aproximadamente 355 milímetros que ingresa al organismo, el cuerpo recibe 20 miligramos por decilitro”, explicó el médico intensivista.
Un estudio conjunto de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado en 2021, estableció que el consumo de bebidas alcohólicas, por sí solo, ocasionó un promedio de 85 mil muertes anualmente entre 2013 y 2015 en las Américas, donde la ingesta per cápita es 25% mayor a la del promedio mundial.
Además, en el 2016, el número de muertes causadas por colisiones de tránsito ascendió a 1.35 millones en todo el mundo; el 27% ocurrió por consumo de alcohol.
Lo anterior equivale a unas 370,000 muertes atribuibles al alcohol debido a traumatismos causados por el tránsito a nivel mundial, indicó el informe.
Cuando el alcohol es metabolizado por el cuerpo, se convierte en muchos tóxicos, siendo uno de los principales el acetaldehído, que aparte de dañar el hígado, tiene la capacidad de afectar a todos los órganos.
Además está relacionado con múltiples tipos de cáncer, como pulmonar, gástrico, colon, ovario y esófago.
Por su parte, el director de Cruz Verde Salvadoreña (CVS) seccional Santa Ana, Roberto Miguel, remarcó que cinco de cada diez siniestros viales que atiende la institución están vinculados a personas que conducen en estado de ebriedad. Además que este tipo de hechos son los que generan más personas lesionadas y fallecidas.
“En las atenciones que nosotros brindamos como institución, en las atenciones de accidente de tránsito, podríamos mencionar que los días que son cercanos al fin de semana, estamos hablando de jueves y viernes, tenemos un incremento de accidentes. Sábado y domingo, igual. La tendencia en este tipo de atenciones se marca a que sí se ven involucradas personas en estado de ebriedad. Los accidentes que ocurren en horas diurnas, rara vez involucran a personas en estado de ebriedad. En el día está más vinculado a la distracción al volante, el exceso de velocidad, el irrespeto al reglamento de tránsito. Pero en la nocturnidad, generalmente los fines de semana, sí hay un alto grado de participación de personas en estado de ebriedad”, expresó Miguel.
Uno de los hechos atendidos por Cruz Verde Salvadoreña (CVS), seccional El Congo, durante uno de los días que registran más siniestros viales, ocurrió la madrugada del sábado 2 de diciembre en el kilómetro 51 de la carretera Panamericana, específicamente en el sentido que de Santa Ana conduce hacia San Salvador.
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Dos personas fallecieron, entre ellas una mujer de 62 años y una menor de 17. Otra niña resultó con lesiones.
Centros Judiciales indicó que en el lugar del siniestro fue encontrado un vehículo abandonado.
La conductora, de 32 años, se presentó a la delegación policial denunciando el presunto robo de su vehículo.
Según la versión de la mujer, un sujeto le había robado el carro mientras ella orinaba en el área conocida como Puente El Congo.
Pero la prueba de alcoholemia arrojó 181 grados de alcohol en sangre en la supuesta víctima, por lo que fue detenida por la Policía por el delito de conducción peligrosa.
Durante la audiencia inicial, en el Juzgado de Paz de Coatepeque, la Fiscalía presentó pruebas, incluyendo autopsias y evaluación de lesiones.
Ante la falta de acuerdo con la familia de las víctimas, se ordenó instrucción formal y detención provisional.
Centros Judiciales indicó que la mujer enfrenta cargos por conducción peligrosa de vehículos automotores, homicidio culposo en perjuicio de dos personas, lesiones culposas en una menor y simulación de delito.
Los costos de siniestros viales
Las autoridades encienden sus alarmas durante las épocas festivas, como las que se avecinan de Navidad y Fin de Año; sin embargo, el riesgo para este año para que ocurra un siniestro vial, basado en las estadísticas y experiencia de Cruz Verde, podría ser mayor pues los principales días festivos se celebrarán durante el fin de semana.
El médico cirujano Juan Antonio Tobar señaló, a través de una transmisión por Facebook del Colegio Médico, que los accidentes de tránsito “representan un grave problema de salud pública” al grado que, en todo el mundo, son una de las principales causas de fallecimiento y, para los Estados, son una “carga económica increíble”.
Esto porque en los países de bajo desarrollo, el gasto en dicho tema ronda el 1% del Producto Interno Bruto (PIB) y que se incrementa, en las naciones desarrolladas, hasta un 2% del mismo.
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“Pacientes que no fallecen y llegan a tener lesiones graves, politraumatizados severos, con traumas craneoencefálico y otros tipos de lesiones, puede representar una estancia hospitalaria en UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) de meses. En una ocasión hicimos una revisión en el hospital en la cual podía llegar a tener costos tan altos como de $350,000. Pero una lesión leve nos significaba, en ese momento, un gasto promedio de $1,000 porque va incluido, no solo la atención, sino que se incluye estudios radiológicos que pudieron haberse hecho, estudios tomográficos, curaciones”, expresó el galeno, quien estuvo a cargo de la unidad de emergencia del Hospital Rosales, en el área quirúrgica, durante 21 años (1994-2015).
Agregó que las personas más vulnerables en un siniestro vial son peatones, ciclistas y motociclistas.
En general, las personas podrían tolerar hasta dos cervezas; pero para el profesional, “ni dos cervezas deberían de darle a uno la autoridad para conducir”, ya que debe prevalecer no el volumen de alcohol ingerido, sino que la conciencia.
El cirujano ilustró que el alcohol tiene dos etapas: la primera conocida como la eufórica, donde las personas dicen “yo soy el más macho de todos”; pero a medida que se continúa bebiendo, el consumidor llega a una fase depresiva hasta perder el estado de conciencia.