Britney Spears decidió romper el silencio para tratar de aclarar el supuesto episodio maníaco que habría sufrido en un restaurante en Los Ángeles al que llegó con su esposo Sam Asghari
Todo ocurrió cuando la cantante de 41 años fue reconocida por todos. De acuerdo con el portal TMZ, la gente sacó sus celulares y comenzaron a fotografiar a Britney, cosa que irritó mucho a la intérprete de “Toxic”.
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La cantante está cansada de que cuestionen su salud mental, pero continúa publicando cuestionable contenido en su Instagram. Tal fue le caso de su respuesta.
Britney publicó un vídeo en el que se le ve bailando con un vestido blanco mientras apunta con el dedo medio a la cámara y hace una señal obscena. “Es gracioso que alguien dijera que actué como un maníaco en un restaurante. Caramba... todo lo que puedo decir es que me sentí halagada de que el camarero me trajera una copa de champán sofisticada para mi red bull, escribió la cantante, pero luego eliminó el mensaje.
Sam tampoco se quedó callado y declaró para TMZ que se trataba de “una montaña de un grano de arena”: “La gente está demasiado emocionada de ver a mi esposa. La fama viene con el territorio. Es lo que es, hombre; viene con el territorio y eso es todo”, aseguró el esposo de Spears.