Hoy inicia la Era del Bolillo Gómez en la Selecta, casi un año y medio después de la salida de Hugo Pérez, hoy tan lejana. Claro, en el medio dos entrenadores españoles se pusieron el traje de DT, no dejaron nada y se llevaron varios dólares.
Siguen los Federativos nacionales -aunque hoy un panameño esté a cargo- sin confiar en los técnicos nacionales. Y la responsabilidad recayó en un viejo conocedor de eliminatorias sudamericanas y de Concacaf: Hernán Darío Gómez, medellinense, quien hace exactamente un mes cumplió 69 años.
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El extenso currículum del Bolillo cuenta con dos hitos trascendentales: consiguió la primera clasificación en la historia de dos países: uno muy futbolero como Ecuador y otro no tan apasionado por el fútbol como Panamá. En ambos es "ídolo".
También consiguió la clasificación de Colombia al Mundial como entrenador principal en el 98 y como auxiliar al 90 y 94. Del lado negativo, también debe consignarse que fracasó en dos vecinos de El Salvador. Le fue mal con Guatemala y muy mal con Honduras, su última experiencia en Selecciones en 2022.
Hoy su designación cuenta con amplio respaldo -al menos hasta que se empiecen a ver resultados- y casi sin críticas a la decisión, a pesar de que la tomó una Comisión Normalizadora que se va en un mes y que no explicó oficialmente los motivos de la salida de Dóniga.

Si los resultados acompañan, todos felices; si por el contrario, flaquean, no sorprenderá que en el futuro el próximo Comité se lave las manos sobre la decisión de traer a Gómez.
Ya es un hecho la vuelta de Brayan Gil y -quizás- su hermano Mayer. El propio presidente de la Comisión Normalizadora, Rolando González, se encargó de hablar con su padre, quien ya dio el visto bueno para el retorno del delantero del Baltika ruso, actualmente resentido de un abductor que no le permitió debutar ayer con su equipo.
¿Habrá sido el tema Brayan uno de los motivos del despido de Dóniga? No hay respuesta oficial. Se especula que Alexander Roldán también pueda sumarse en el futuro, a pesar de no haber mostrado mayor compromiso por la Azul después del ciclo de Hugo Pérez. ¿Y Eriq Zavaleta? No tiene el nivel para jugar en la Selecta y hay mejores centrales en la Liga Mayor.

La nueva Selecta está en marcha y el Bolillo comanda lo que, por ahora, es un sueño con ilusiones por la cantidad de ventanas que ofrece esta clasificación mundialista.
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