Uno a uno, van llegando a la práctica. Saben que es una tarde diferente. Especial. El negronaranja de CD Águila empieza a verse. Los jugadores han descansado para retomar el trabajo sin dejar la concentración y motivados por jugar el partido que puede darles el título.
Ya los miembros del cuerpo técnico llegaron temprano. Esperan sentados, en una mesita al costado de la cancha. Ese lugar desde el que saldrá la mejor estrategia para jugarle a Jocoro, este sábado, en la final. El ambiente es de buena vibra y, el de esta jornada, será el único entrenamiento a puerta abierta y con atención a medios.
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A dos pasitos late el duelo más importante del Apertura 2023. Y CD Águila mantiene la misma alegría de todas las semanas anteriores del torneo. Un poco más por lo que viene, pero el grupo sabe que es algo por lo que lucharon desde el primer día.
El plantel se metió a la sesión con la sonrisa, el buen ánimo, la misma concentración, porque como todos dicen: no hay que inventar nada. El equipo seguirá trabajando igual, pero con la ilusión de levantar la copa. Aunque los jugadores reconocen que enfrente estarán los fogoneros, que serán un rival complicado.
El equipo trotó, tocó balón, se divirtió. Trabajó en parejas y en colchonetas. Y la mirada del cuerpo técnico estuvo pendiente de todo. Nadie quiere dar nada por sentado, por lo que seguir corrigiendo es clave para soñar con esa corona. Lo técnico-táctico se entrena en privado, sin miradas curiosas, en hermetismo, para cuidar los detalles.
"Jocoro es un rival complicado, ya lo demostró al llegar hasta acá. Va a ser una serie dura, muy apretada, pero nosotros tenemos lo nuestro, y esperamos darle una alegría a la afición", declaró el volante Santos Ortiz.
Ortiz, uno de esos jugadores emblemáticos para los emplumados, vive con alegría esta final: "Muchos años de carrera en el equipo, le tengo mucho amor a CD Águila, y sueño con pelear esa final y traerla a San Miguel. Esa es la mayor ilusión que tenemos como grupo", recalcó el 12 aguilucho.
Mientras el portero emplunado, Rafa García, manifestó: "Vamos a jugar con tranquilidad, hay que vivir el día a día, disfrutarlo. Uno no sabe cuándo se dará otra final, y no se vive todos los días. Vamos a jugar siendo responsables".
Sobre el "favoritismo", dijo: "Sabemos la responsabilidad que tenemos, por ser un equipo grande, el equipo más regular del torneo. Pero siempre fuimos conscientes de eso, desde que comenzó la pretemporada, y eso permite que ahora lo tomemos con naturalidad. No nos sorprende nada, hemos llevado esa mochila en la espalda todo el torneo y tenemos la posibilidad de jugar esta final que nos la merecimos y lo logramos".
Por su parte, su compañero el también capitán Gerson Mayén mencionó el tema de que, para la final, son los favoritos, pero lo toman sin que se suba a la cabeza. Y fue claro: "Lo hemos sido desde el torneo pasado, lo tomamos bien, pero como jugadores sabemos que eso no es nada. Respetamos al rival, pero no vamos confiados, hay hambre de levantar una copa".
"Un año mentalmente complicado para mí (por la muerte de su papá), así que si Dios quiere podamos levantar una copa será primero para Dios, y luego a mi padre, mi familia", externó de su deseo por la corona, tras un año del fallecimiento de su padre y al que recordó por esa fecha el domingo anterior de la clasificación.
Mientras tanto, el auxiliar Ernesto Daniel Corti también habló de cómo espera la final: "En lo personal, un poquito ansiosos porque llegue el día sábado, y concentrados, viendo lo que hay que analizar y corregir, y seguir haciendo lo que se venía haciendo en esta serie".
"Difícil. Difícil, porque Jocoro tiene lo suyo, un equipo muy compacto, con muchos jugadores con las mismas ganas de triunfar que tenemos nosotros, comprometidos. Así que va a ser una final muy linda de disputar, porque los dos equipos tienen con qué para haber llegado a la final", afirmó.
Sin duda, la semana va con tranquilidad para el equipo migueleño. Sin confiarse, con los pies en la tierra, con la mente en la final y la copa. "Será un ambiente lindo", expresó García.