Los animales del Zoológico Nacional tendrían como destino reservas o instalaciones similares ubicadas en Guatemala.
Esa sería la posibilidad de reubicación más fuerte barajada para la colección, de acuerdo con sindicalistas del Ministerio de Cultura.
A finales de mayo, la Asamblea Legislativa aprobó los fondos de compensación económica para los trabajadores del recinto por cese laboral, y con ello llegó el cierre de las instalaciones al público.
Además, el Ministerio de Cultura entregó la custodia de los ejemplares al recién creado Instituto de Bienestar Animal (IBA ).
“Lo más fuerte que se sabe es que los animales del Zoológico Nacional serán trasladados hacia Guatemala, no tenemos claro hacia dónde específicamente”, señalaron sindicalistas del Ministerio de Cultura, que pidieron anonimato.
La colección nacional ronda los 400 ejemplares de 100 especies diferentes; las instalaciones del Zoológico por hoy lucen abandonadas.
Las palabras de los sindicalistas coinciden con algunas visitas hechas al recinto en junio (un mes después del cierre) por el personal de una reserva natural que es administrada por la Fundación Protectora de Animales en Vías de Extinción (FAE), situada en el departamento de Izabal, Guatemala.
“Continuamos en la gira buscando lugares ideales para algunos ejemplares del Parque Zoológico Nacional…, entendamos que los espacios o recintos que van a tener, si vinieran a este lugar, son mucho más amplios e igual no van a estar en exhibición a ninguna persona; entender que son lugares que son cercanos o accesibles al país tanto por el traslado como por la supervisión que vamos a seguir. Nosotros buscamos el bienestar de estos animales”, explicó Javier Vásquez, presidente del IBA, en uno de los vídeos cortos publicitarios colgados en Twitter, con motivo de la visita de representantes de la fundación.
Qué es la FAE
La FAE, por sus siglas en inglés, es una fundación de la iniciativa privada sin fines de lucro fundada en el año 2000, en Guatemala. Sus objetivos primordiales son la protección, reproducción y reintroducción de los animales amenazados o que se encuentran en peligro de extinción, promoviendo la investigación, educación y concientización a la población para la conservación de las especies.
Cuándo o en qué fases se llevará a cabo el traslado de los animales también es desconocido, según dijeron los sindicalistas.
Biólogos como Néstor Herrera, con 26 años de experiencia y quien se dedica a la consultoría independiente, han comentado sobre los posibles escenarios que deberán superar los animales del Zoológico y el personal que los manipule al momento de ser llevados hacia sus nuevos hogares.
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El eventual uso de rifles con tranquilizantes y toda una gran logística del personal podría ser considerada por los nuevos responsables de los animales.
Además, el especialista comentó que el proceso a partir del cierre de las instalaciones podría durar un año o más.
El IBA, además del traslado, también ha considerado - según dijo al inicio del proceso - liberar algunos animales que aún se puedan adaptar en zonas naturales protegidas en El Salvador.
Sobre el estado actual los ejemplares de la colección nacional, los sindicalistas aseguran que “se siguen muriendo, son varios casos en diferentes circunstancias en los últimos días”.
Leo, el león africano, que murió el 1 de junio, a causa de insuficiencia renal y hepática, entre otras enfermedades crónicas, fue el último deceso por el que se pronunció el Instituto de Bienestar Animal.
Se conoció también que la actual administración del Zoológico recontrató cuatro veterinarios de los despedidos en mayo; además de seis “jauleros”.
“Entendemos que el personal que llevó el IBA tuvo temor de entrar a la jaulas, por eso optaron por los antiguos compañeros quienes suman años de experiencia”, dijeron los sindicalistas.
El Zoológico Nacional abrió sus puertas hace 69 años, y la colección de animales comenzó con 17 ejemplares exóticos, comprados en Hamburgo, Alemania, por la cantidad de cincuenta mil colones; entre el lote se encontraban antílopes, camellos, cebras, tigres de bengala, carneros, mandriles y una elefante asiática de cinco años de edad, la popular Manyula.
Hoy esas instalaciones lucen abandonadas. Desde la Avenida Los Diplomáticos, que coincide con la zona sur del aviario, se observan algunos ejemplares de gavilanes inquietos y sin comida, de agua solo tienen la lluvia acumulada en pozas.
También se puede ver cómo el zacate ha crecido alrededor de las jaulas de diversas especies.