Inversión de $52 millones impulsa modernización y eficiencia en los puertos de Acajutla y La Unión

La fase 0 del plan de modernización portuaria en El Salvador avanza como el eje central de la transformación operativa en Acajutla y La Unión. Esta etapa inicial, liderada por Yilport (uno de los 10 mayores operadores portuarios del mundo), busca resolver cuellos de botella históricos y establecer una base técnica y humana que permita a los puertos recuperar competitividad en la cadena logística regional.

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Una fase clave: equipos, procesos y formación

El gerente general de la Unión Portuaria del Pacífico, Luis Canto, explica que esta etapa representa un salto estructural para el sistema marítimo del país. “La inversión en la fase 0 de modernización de los puertos del país es de $52 millones”, detalla. El objetivo inmediato ha sido actualizar la infraestructura operativa y eliminar los factores que generaban demoras prolongadas.

“En los primeros meses, hemos comprado el 85 % de los equipos y las obras de infraestructura; hemos hecho más del 50 %”, señala. Estos equipos facilitan el movimiento de contenedores, carga general y graneles, y permiten trabajar con mayor precisión y velocidad.

Canto resume la estrategia en tres pilares: procesos, personal y equipamiento. “Yilport tiene experiencia en todos los puertos del mundo, trajimos los mejores procesos para implementarse. Lo segundo es la gente, este año se han dado más de 20,000 horas de capacitación. El tercer pilar, traer nuevos equipos, poner la infraestructura a un nivel operativo aceptable”.

Estas mejoras fueron esenciales para descongestionar Acajutla, que presentaba largos tiempos de espera cuando Yilport recibió la administración el 16 de diciembre de 2024. “Los contenedores que llegaban en ese momento pagaban $1,000 de penalidad por la congestión”, recuerda. Reducir ese sobrecargo era una prioridad.

Resultados inmediatos: menos espera y ahorros para el país

La fase 0 permitió normalizar el tráfico marítimo más rápido de lo previsto. “En abril normalizamos el tráfico de las líneas de contenedores y se sacó ese sobrecargo, con eso el país se ha ahorrado más de $200 millones”, enfatiza Canto. La reducción de la espera de barcos también generó impactos directos: “Cada día de espera se tienen que pagar $30,000 diarios”.

En paralelo, la mayor fluidez mejoró los tiempos internacionales. “Traer un contenedor desde China hasta Acajutla llevaba 80 días, ahora se ha reducido a 40 días”, explica, señalando que la eliminación de retrasos en puerto y la mayor frecuencia de barcos redujeron demoras intermedias.

La gestión operativa también evolucionó. “Recibimos el puerto con 17 barcos… durante los primeros meses tuvimos 25 barcos esperando, pero los problemas hay que solucionarlos uno a uno. Un año después estamos muy felices, tenemos un solo barco en espera”, afirma.

Contexto: crecimiento de carga y nuevas inversiones

El impacto de la fase 0 se refleja en un dinamismo mayor del comercio. “El volumen de contenedores ha crecido aproximadamente un 15 %, la carga general también tiene un buen crecimiento”. Los materiales de construcción y acero aumentaron un 60 %, un indicador que Canto considera reflejo del movimiento económico del país.

Con este ritmo, Acajutla duplicó su espacio de almacenamiento y reorganizó áreas de recepción de materiales. También se trasladó la operación de vehículos hacia La Unión, lo que liberó capacidad en el puerto occidental. Este último experimenta un crecimiento acelerado, “de un barco que se manejó en 2024 a más de 70 que se han manejado en este 2025”.

El interés regional también comienza a sentirse. “Tenemos muchos empresarios de Guatemala que nos están llamando para ver si pueden traer su carga por acá”.

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Hacia la siguiente etapa: expansión en Acajutla

La modernización no termina con la fase 0. Canto destaca que la inversión total del proyecto asciende a $1,615 millones. Entre las próximas obras sobresale un nuevo muelle de 510 metros en Acajutla. “Se va a triplicar la capacidad… cada grúa tiene una velocidad mucho mayor… se podrá atender en cinco a seis horas”, señala.

El patio de contenedores será equipado con grúas RTG automáticas y la licitación para la expansión comenzará en las próximas semanas. “Son más de $500 millones que se invertirán en la construcción de un nuevo muelle… esta obra deberá estar terminada para el 2028”.

Con esta ampliación, se espera duplicar la capacidad de carga general y triplicar la de contenedores, consolidando a Acajutla como un puerto modelo en la región.