Protesta de agricultores en México cierra paso estratégico hacia EE.UU.

La protesta de cientos de agricultores y camioneros mexicanos en el Puente Internacional Zaragoza, que conecta Ciudad Juárez con El Paso, colocó el tema del acceso al agua y la seguridad en carreteras en el centro del debate público. El punto fronterizo, vital para el flujo de mercancías entre México y Estados Unidos, se convirtió este lunes en el epicentro del paro nacional convocado por gremios agrícolas.

El bloqueo ocurrió en el lado mexicano del cruce, una infraestructura utilizada principalmente para exportaciones. Según estimaciones oficiales, alrededor del 70% del comercio bilateral pasa por pasos terrestres como este, lo que explica la preocupación que genera cualquier interrupción, incluso si es temporal.

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Agricultores rechazan cambios a la Ley General de Aguas

La movilización responde a reformas impulsadas por la presidenta Claudia Sheinbaum a la Ley General de Aguas. Los cambios buscan impedir la venta de títulos de concesión o su transferencia entre particulares, una práctica habitual entre productores al vender terrenos agrícolas.

Los manifestantes consideran que la iniciativa limita su margen de operación y podría disminuir el valor de sus propiedades. “No queremos que el agua la acaparen ellos (el gobierno) y ellos hagan con los permisos lo que les dé la gana”, afirmó durante la protesta el agricultor Gerardo Fierro. Agricultores como él temen que, en una futura transacción de tierras, ya no puedan incluir la concesión de uso de agua, un elemento clave para el cultivo en zonas áridas como Chihuahua.

Javier Jurado, presidente de la empresa Agrodinámica Nacional, elevó aún más el tono del reclamo al acusar al gobierno federal de querer “secuestrar” el agua y dejar a los agricultores “indefensos”.

En paralelo a la protesta en el puente, manifestantes ingresaron a las oficinas administrativas de la aduana en Ciudad Juárez, otra señal del creciente descontento entre trabajadores rurales.

El gobierno descarta motivos legítimos para las movilizaciones

Desde la Ciudad de México, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, sostuvo que “no hay motivo para las movilizaciones (…) salvo que respondan a motivaciones políticas”, descartando que las reformas al agua representen una amenaza para los productores.

Las declaraciones profundizaron el contraste entre la postura oficial y las preocupaciones expresadas en los campos del norte mexicano, una región especialmente dependiente de la disponibilidad hídrica y del comercio transfronterizo.

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Bloqueos se replican en varios estados por reclamos de seguridad

Además de la protesta por el agua, el paro nacional incluyó bloqueos de carreteras en al menos 16 estados del país, donde transportistas denunciaron la violencia y los asaltos que enfrentan en autopistas. Este componente amplió el alcance de las movilizaciones y conectó demandas agrícolas con reclamos del sector logístico.

La jornada dejó claro que los cambios en la legislación hídrica y las condiciones del transporte seguirán marcando la agenda rural mexicana, con posibles efectos sobre la dinámica comercial regional que va más allá de la frontera inmediata entre México y Estados Unidos.