Una velada turca, “Alla Turca Ornamenti” cautiva en el Palacio Tecleño

El Palacio Tecleño vivió una de sus noches más memorables con el concierto “Alla Turca Ornamenti”, una propuesta musical que sumergió al público en la tradición sonora de Turquía, un país cuya historia musical se remonta a más de mil años y ha influido profundamente en las expresiones artísticas de Medio Oriente y Europa.

La presentación, organizada por la Embajada de Turquía en El Salvador con apoyo local, ofreció una experiencia íntima y llena de matices que difícilmente pasa desapercibida para quienes se acercan por primera vez a la música clásica turca.

Antes de iniciar la presentación, la embajadora de la República de Turquía en El Salvador, Gül Büyükerşen, dirigió unas palabras al público. En su intervención explicó que, aunque ambos países se encuentran en regiones geográficas muy distintas, existe un vínculo que desde hace años se mantiene por medio del respeto, la diplomacia y, especialmente, la cultura.

“Aunque Turquía y El Salvador se encuentran en geografías distantes, nuestros pueblos siempre han mantenido relaciones basadas en la amistad y el respeto mutuo”, expresó. Para ella, la música es un puente vital: “Los vínculos culturales son sin duda los más significativos y duraderos”.

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La diplomática también recordó que el concierto se enmarca en las celebraciones por el 102.º aniversario de la República de Turquía, una fecha emblemática para su nación. Compartió además que este recital posee un significado especial, al tratarse de la primera actividad cultural organizada por su embajada en Santa Tecla.

“Consideramos especialmente valioso estar aquí esta noche. Deseamos que este encuentro sea el inicio de más actividades culturales entre nuestros países”, agregó. Incluso adelantó que el próximo 6 de diciembre celebrarán en el Palacio Tecleño un evento dedicado al café turco, una de sus tradiciones más reconocidas en el mundo.

Tras la intervención oficial, las luces bajaron ligeramente y dio inicio el viaje musical. El cuarteto de Alla Turca Ornamenti está conformado por Orkun Cecelioğlu (oud y voz), Celaleddin Biçer (ney y kanun), Gürdal İnal (violín) y Burak Noyan (guitarra), todos con una sólida formación en la Ópera de Ankara y con experiencia en escenarios internacionales.

Su propuesta se sustenta en la delicadeza, la técnica y la emocionalidad propia de la música turca, una tradición que combina teoría, espiritualidad y sensibilidad estética.

Desde la primera pieza quedó claro que no se trataba de un concierto más. El sonido del ney, un instrumento de viento asociado históricamente a ceremonias sufíes, llenó la sala con una atmósfera suave y profunda. El público respondió con silencio absoluto, permitiendo que cada nota se expandiera con claridad.

Luego se sumó el kanun, un instrumento de cuerdas pulsadas cuyo brillo y precisión aportan dinamismo. El oud, considerado uno de los instrumentos más antiguos del Medio Oriente, añadió calidez, mientras que el violín sirvió como punto de conexión con sensibilidades más contemporáneas.

La guitarra y el contrabajo completaron el cuerpo sonoro, logrando un equilibrio entre lo tradicional y lo moderno. Cada pieza interpretada fue presentada como una historia.

El público tecleño se mantuvo atento en cada interpretación. Muchos de los asistentes, por comentarios expresados al finalizar la presentación, nunca habían escuchado música clásica turca en vivo. La reacción general fue de sorpresa y admiración.

La profundidad emocional y la técnica refinada del cuarteto lograron conectar incluso con quienes no conocían el idioma ni las referencias culturales detrás de cada obra.

Es precisamente este punto el que la embajadora subrayó en su mensaje final, afirmando que “la música es un lenguaje universal que nos acerca sin necesidad de compartir una misma lengua”.

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La puesta en escena fue sobria y dejó que los instrumentos fueran los protagonistas. Iluminación cálida, silencio respetuoso y un público receptivo crearon el ambiente ideal para una noche que unió sensibilidades.

En ese contexto, el concierto no solo cumplió con presentar un repertorio; también permitió abrir una ventana hacia una tradición sonora milenaria que, pese a la distancia cultural y geográfica, encontró eco en Santa Tecla.

El recital cerró entre aplausos prolongados. “Alla Turca Ornamenti” dejó huella por su capacidad de emocionar, de transportar y de demostrar que la música clásica turca tiene un lugar especial para quienes la escuchan por primera vez.

Fue una velada que reafirmó el valor del intercambio cultural y que, como adelantó la embajadora, marca el inicio de nuevas experiencias que seguirán acercando a Turquía y El Salvador a través del arte.