Cierre del gobierno en EE. UU. paraliza aeropuertos y amenaza más vuelos

Las interrupciones en el tráfico aéreo de Estados Unidos se intensificaron este domingo, con más de 2.000 vuelos cancelados como consecuencia directa del cierre del gobierno por falta de acuerdo presupuestario, una situación que podría estar cerca de resolverse tras 40 días de estancamiento.

Por primera vez en semanas, el Senado estadounidense muestra signos de avance en las negociaciones entre los republicanos liderados por el presidente Donald Trump y los demócratas de la oposición, con miras a poner fin al cierre gubernamental más largo en la historia del país.

Mientras tanto, el caos en los aeropuertos se ha convertido en el centro de la pugna política, con ambos partidos responsabilizándose mutuamente por los trastornos que afectan a miles de pasajeros.

Según la plataforma FlightAware, para la noche del domingo se habían cancelado más de 2.300 vuelos, con más de 8.000 retrasos registrados a lo largo del país.

Controladores aéreos sin paga y advertencias oficiales

Desde el viernes, la Administración Federal de Aviación (FAA) ha solicitado a las aerolíneas que reduzcan gradualmente los vuelos nacionales para disminuir la carga de trabajo sobre los controladores de tráfico aéreo, quienes continúan laborando sin recibir salario.

El secretario de Transporte, Sean Duffy, advirtió en declaraciones a Fox News que la reducción de vuelos podría escalar significativamente si no se alcanza un acuerdo presupuestario antes del feriado de Acción de Gracias.

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“Vamos a ver a muy pocos de los controladores de tráfico aéreo viniendo a trabajar, lo que significa que habrá pocos vuelos despegando y aterrizando”, señaló Duffy.

La reducción progresiva podría alcanzar el 10 % de vuelos cancelados hacia el próximo viernes, comparado con el 4 % actual. “Habrá muchos estadounidenses enojados”, añadió.

La Casa Blanca responsabilizó a los demócratas del estancamiento a través de un mensaje en su cuenta oficial en X.

Perspectivas de solución y tensiones políticas

El cierre presupuestario, en vigor desde principios de octubre, ha dejado a cientos de miles de empleados federales esenciales, incluyendo a los controladores aéreos, trabajando sin salario. Algunos se han visto obligados a buscar trabajos adicionales para cubrir sus necesidades básicas, según declaraciones del secretario Duffy en CNN.

Por su parte, el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, criticó las cancelaciones de vuelos, calificándolas como una “maniobra” política sin relación con la seguridad aérea.

Pese al clima de tensión, algunos funcionarios expresaron optimismo. El líder de la mayoría en el Senado, John Thune, afirmó que un acuerdo estaba “cada vez más cerca”. El representante demócrata Henry Cuellar coincidió en que el Senado mostraba “señales reales de progreso” y señaló que senadores de ambos partidos habrían alcanzado un consenso para financiar temporalmente al gobierno hasta enero.

La posible votación en el Senado podría realizarse este mismo domingo por la noche. No obstante, la aprobación aún es incierta y, aunque avance en la Cámara Alta, el proyecto de ley deberá pasar también por la Cámara de Representantes, donde la mayoría republicana es estrecha.

Impacto social del cierre

Además del tráfico aéreo, el bloqueo presupuestario también afecta programas federales clave. Entre ellos, el programa de asistencia alimentaria, del que dependen 42 millones de estadounidenses cada mes, enfrenta incertidumbre debido a la falta de fondos. Aunque el asunto se encuentra en disputa judicial, miles de beneficiarios se mantienen a la expectativa ante posibles interrupciones en el servicio.