El Salvador otorga menos nacionalidades, pero más residencias en 2025
Aunque las nacionalizaciones bajaron 8,4 % en 2025, El Salvador registró un aumento del 40,9 % en permisos migratorios, según datos oficiales.
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EFE
Publicado el 01 de noviembre de 2025
Entre enero y septiembre de 2025, El Salvador otorgó la nacionalidad a 358 extranjeros, un 8,4 % menos que en el mismo período de 2024, según la Dirección General de Migración y Extranjería. Sin embargo, los permisos de residencia aumentaron significativamente, con 10.868 trámites aprobados, un 40,9 % más que el año anterior. La mayoría de nacionalizaciones correspondió a ciudadanos centroamericanos, mientras que las naturalizaciones incluyeron a personas de España y otros países hispanoamericanos. Aunque bajaron las naturalizaciones, el incremento en residencias refleja un creciente interés de extranjeros por establecerse legalmente en El Salvador.
Entre enero y septiembre de 2025, un total de 358 extranjeros obtuvieron la nacionalidad de El Salvador, lo que representa una disminución del 8,4 % respecto al mismo período de 2024, cuando se registraron 391 casos, según la Dirección General de Migración y Extranjería (DGME).
De esa cifra, 272 personas se nacionalizaron por vínculos regionales principalmente de Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica y 86 fueron naturalizadas por otras vías, como matrimonios con salvadoreños o residencias prolongadas en el país.
La DGME detalla que la nacionalización se concede a ciudadanos de los países vecinos del istmo centroamericano con al menos un año de residencia definitiva en El Salvador. En tanto, la naturalización aplica a personas originarias de España o de cualquier nación hispanoamericana con un año de residencia, y a extranjeros de otros países con más de cinco años viviendo en territorio salvadoreño. También pueden acceder a este estatus quienes estén casados con salvadoreños, tras dos años de residencia, así como refugiados o apátridas.
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Aumentan las residencias y trámites migratorios
Pese a la leve baja en la concesión de nacionalidades, la DGME reporta un fuerte crecimiento en otros trámites migratorios. Solo entre enero y septiembre de 2025, se otorgaron 1,399 residencias definitivas, 2,900 refrendas de residencias y 3,141 permisos temporales.
En total, las “calidades migratorias” es decir, los diferentes estatus legales concedidos a extranjeros sumaron 10,868 en 2025, frente a 7,708 en el mismo período de 2024. Esto equivale a un incremento del 40,9 %, una cifra que refleja el dinamismo en la llegada y establecimiento de población extranjera en el país.
Aunque el informe no detalla los países de origen de quienes realizaron estos trámites, el crecimiento general sugiere que El Salvador continúa atrayendo a personas que buscan oportunidades de inversión, empleo o reunificación familiar.
Un país cada vez más diverso
El flujo constante de solicitudes de residencia y nacionalidad también evidencia una tendencia hacia una sociedad más diversa y conectada. En los últimos años, El Salvador ha reforzado su infraestructura digital y de servicios, factores que hacen más atractivo el proceso de establecerse de forma legal en el país.
Además, las facilidades para ciudadanos centroamericanos y de habla hispana fortalecen los lazos regionales y culturales, permitiendo que más personas de la región consideren a El Salvador como un segundo hogar.
Aunque las cifras de nacionalización son menores que el año anterior, el aumento en los permisos de residencia apunta a una integración progresiva de comunidades extranjeras que contribuyen al desarrollo económico y social local.
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Un panorama migratorio en transformación
El equilibrio entre menor número de nacionalizaciones y mayor número de residencias podría responder a una tendencia global: muchos migrantes prefieren mantener su nacionalidad de origen mientras establecen vínculos permanentes en su país de residencia.
En el caso salvadoreño, la digitalización de los procesos migratorios, los incentivos a la inversión y la apertura de sectores como tecnología, turismo y servicios parecen estar impulsando un flujo migratorio más diverso.
Aunque los datos oficiales no incluyen solicitudes de asilo ni desglosan las nacionalidades de los solicitantes, la evolución de estas cifras sugiere que El Salvador está asumiendo un rol cada vez más relevante como destino de residencia en Centroamérica.