Trump anuncia despliegue del ICE en el Super Bowl donde actuará Bad Bunny

El Gobierno de Estados Unidos advirtió que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) estará presente en el próximo Super Bowl, cuya atracción central en el medio tiempo será Bad Bunny.

La medida fue anunciada por Corey Lewandowski, asesor del Departamento de Seguridad Nacional, quien afirmó: “No hay ningún lugar donde se pueda brindar refugio a quienes se encuentran en este país ilegalmente. Ni el Super Bowl ni ningún otro lugar”.

El anuncio se da en un contexto de creciente tensión migratoria en el país. La administración de Trump ha sostenido una política de mano dura contra los indocumentados, y el despliegue de agentes en un evento deportivo de alcance global refuerza ese mensaje.

Según Lewandowski, la directiva proviene directamente del presidente: “Si estás en este país sin documentos, hazte un favor: vete a casa”.

Más allá de la seguridad, la decisión también se cruza con un debate cultural. El funcionario expresó su rechazo a que Bad Bunny sea el artista elegido para el medio tiempo: “Es una vergüenza que hayan decidido elegir a alguien que parece odiar tanto a Estados Unidos para representarlos en el descanso del partido”.

Bad Bunny, un hito latino en medio de tensiones

El cantante puertorriqueño hará historia el 8 de febrero de 2026 en el Levi’s Stadium, en Santa Clara (California), al convertirse en el primer latino en solitario en encabezar el espectáculo más visto de la televisión estadounidense.

Su presentación, anunciada como completamente en español, tiene un valor simbólico para la comunidad hispana en un país donde el idioma se ha convertido también en terreno de disputa política.

Bad Bunny ya había mostrado su desconfianza hacia la política migratoria de Trump. En entrevistas recientes explicó que dejó fuera a Estados Unidos de su gira mundial por temor a redadas de ICE en sus conciertos.

“Estaba el problema de que el maldito ICE podría estar fuera (del concierto). Y eso es algo que hablamos y que nos preocupaba mucho”, relató.

La confirmación de su participación en el Super Bowl fue celebrada en Puerto Rico como un triunfo cultural. En redes sociales, el artista compartió una imagen con una pava típica de su isla y escribió: “Esto es para mi gente, mi cultura y nuestra historia”.

Con ello subrayó que su presencia en el evento busca representar no solo su carrera, sino también a millones de latinos en Estados Unidos y en el mundo.

Entre redadas y mensajes de unidad

El ICE ha intensificado operativos en varias ciudades, incluso en Puerto Rico, durante el último año. Para muchos migrantes, el anuncio del despliegue en el Super Bowl despierta inquietud. Sin embargo, otros lo ven como una muestra del clima político en que se desarrollará la actuación de Bad Bunny, lo que amplifica el impacto cultural de su presentación.

El artista ha respondido a estas tensiones con mensajes de unidad. En el video de su canción “Nuevayol”, estrenado en 2025, incluyó un cierre en el que un personaje ficticio de Trump pedía disculpas a los inmigrantes. El mensaje final, “Juntos somos más fuertes”, fue interpretado como un guiño directo a las comunidades que enfrentan deportaciones y discriminación.

Un Super Bowl con múltiples significados

El espectáculo de medio tiempo del Super Bowl no solo será un escaparate musical, sino también un escenario donde confluyen identidad, política y migración. La decisión del Gobierno de Trump de enviar al ICE convierte el evento en un punto de encuentro entre dos narrativas: la de un artista que canta en español para un público global, y la de una administración que busca reafirmar el control sobre los indocumentados.

El Super Bowl se mantiene como uno de los momentos más vistos de la televisión a nivel mundial, seguido por millones de espectadores en distintos continentes.

Para la diáspora latina en Estados Unidos, la presentación de Bad Bunny tendrá un valor especial, al reflejar un orgullo cultural en un contexto adverso. Para el Gobierno, en cambio, la prioridad será subrayar el mensaje de “ley y orden” incluso en medio de la música y el entretenimiento.

La noche del 8 de febrero de 2026, el Levi’s Stadium será mucho más que la sede de una final deportiva. Será también el escenario donde se pongan a prueba dos visiones distintas de lo que significa ser parte de Estados Unidos: una que busca limitar la diversidad y otra que la celebra frente al mundo.

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