Cowboys cuestionan la decisión de la NFL por elección de Bad Bunny en el Super Bowl 2026

La polémica en torno al Super Bowl 2026 ya comenzó, y no tiene que ver con el emparrillado. Los Dallas Cowboys solicitaron oficialmente a la NFL reconsiderar la designación de Bad Bunny como artista principal del show de medio tiempo, un anuncio que desató una intensa discusión cultural en Estados Unidos y en el resto del mundo.

El propietario del equipo, Jerry Jones, expresó abiertamente su rechazo a la selección del artista puertorriqueño. Según sus palabras, la presentación de un cantante identificado con la comunidad LGBT en un evento deportivo de tal magnitud “debilitará la cultura estadounidense y el deporte”. Jones pidió a la liga “cambiar esa idea porque este es un deporte para gente fuerte”.

La postura de Jones sorprendió no solo por su dureza, sino porque representa una intervención directa de una franquicia en una decisión que históricamente corresponde únicamente a la liga.

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Amenaza de boicot y tensiones internas

La controversia escaló cuando Jones insinuó que los jugadores de los Cowboys podrían no participar en el Super Bowl si la NFL no reconsidera la elección de Bad Bunny. Aunque especialistas ven improbable un boicot de esa magnitud, la advertencia elevó el nivel del conflicto.

Un vocero de la organización confirmó que la petición fue presentada de forma oficial y aseguró que las conversaciones con la NFL siguen abiertas. “No se ha tomado una decisión final”, indicó, sin precisar cuál sería la respuesta del equipo en caso de que la liga mantenga su postura.

Hasta el momento, la NFL no ha ofrecido comentarios públicos. Tradicionalmente, la elección de los artistas para el show de medio tiempo busca atraer a una audiencia global, más allá de los intereses de un solo club.

Debate cultural y repercusión global

La noticia provocó una ola de reacciones en redes sociales, donde etiquetas como #SuperBowlHalftime, #BadBunny y #CowboysControversy dominaron las conversaciones.

Quienes respaldan la petición de los Cowboys argumentan que el Super Bowl debe preservar valores tradicionales asociados al fútbol americano. Por el contrario, críticos de la postura de Jones defienden la elección de Bad Bunny, recordando que el intérprete se ha convertido en un referente mundial por su capacidad de conectar con distintas audiencias y por representar la diversidad cultural contemporánea.

Analistas deportivos señalan que la controversia revela una tensión mayor: la colisión entre un deporte históricamente conservador y una industria del entretenimiento cada vez más marcada por la diversidad y la apertura global. Para muchos, la discusión no es solo sobre un artista, sino sobre la dirección cultural que el fútbol americano profesional quiere tomar en la próxima década.

Impacto en los aficionados y en la diáspora latina

Para millones de salvadoreños y latinos en Estados Unidos, la elección de Bad Bunny representa un reconocimiento de la influencia hispana en el deporte y el entretenimiento. El artista puertorriqueño ha sido una de las figuras más escuchadas del mundo en plataformas digitales, y su presencia en el escenario del Super Bowl se interpreta como un hito de representación cultural.

Al mismo tiempo, la oposición de una franquicia emblemática como los Cowboys despierta preguntas sobre la inclusión y la convivencia de distintas visiones en un evento que cada año se convierte en un fenómeno cultural global.

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Lo que viene

Aunque la NFL no ha dado señales de modificar su decisión, la presión de los Cowboys añade un elemento inédito a la preparación del Super Bowl 2026. En un país donde el fútbol americano es considerado parte de la identidad nacional, la discusión sobre quién canta en el medio tiempo se convirtió en un termómetro de los valores y tensiones culturales de la sociedad actual.

La petición de Jones y la respuesta que ofrezca la liga podrían marcar un precedente sobre el peso de las franquicias en decisiones de entretenimiento y sobre el papel del Super Bowl como plataforma de diversidad.