El legado de Fernando Llort: arte, identidad y comunidad en El Salvador
El arte de Fernando Llort transformó a La Palma y marcó la identidad visual de El Salvador. Su legado sigue vivo en comunidades, museos y nuevas generaciones.
Por
Marcella Palacios
Publicado el 16 de septiembre de 2025
Fernando Llort (1949-2018) es uno de los artistas más influyentes de El Salvador. Inspirado en la cultura maya y con un estilo naif, transformó el arte popular en un símbolo de identidad nacional. En La Palma, Chalatenango, fundó el taller “La Semilla de Dios”, donde enseñó a la comunidad a pintar, convirtiendo al pueblo en referente artesanal y turístico. Su obra trascendió fronteras con exposiciones en el Vaticano, la Casa Blanca y el MoMA. Llort dejó un legado de arte accesible y comunitario, que sigue vivo en museos, colectivos culturales y en la iconografía salvadoreña que inspiró.
Hablar de Fernando Llort es hablar del rostro visual de El Salvador. Nacido el 7 de abril de 1949, su obra trascendió el arte decorativo para convertirse en símbolo de identidad nacional. Inspirado en la cultura maya, su estilo naif combinó espiritualidad, vida cotidiana y naturaleza, utilizando técnicas mixtas como pintura, cerámica, madera y vidrio.
Desde joven, mostró una profunda inclinación por el arte. Durante su adolescencia recibió formación en cerámica y Bellas Artes, y estudió filosofía en Francia. "Sabía que me gustaba el arte, y en mi tiempo libre pintaba y dibujaba", expresó en una entrevista realizada en 2017. También afirmó: "Durante mis años en Francia, en mi tiempo libre dibujaba, porque sentía que me faltaba algo cultural".
La Palma: el arte como transformación social
A los 23 años, Llort dejó San Salvador para instalarse en La Palma, un pequeño pueblo de Chalatenango, en el norte de lpaís. Allí encontró inspiración en una semilla de copinol, que transformó en lienzo natural. Este gesto marcó el nacimiento del taller "La Semilla de Dios". Llort comenzó a enseñar a los habitantes del pueblo a pintar, generando un movimiento artesanal que convirtió a La Palma en un referente cultural y turístico.
"Empecé a pintar sobre la superficie de una semilla llamada copinol, haciendo miniaturas; las vendíamos y así nos ganábamos la vida", relató sobre sus inicios en La Palma. Su método se basó en compartir sus conocimientos con la comunidad: "Cada vez más gente del pueblo venía a ver qué pasaba y quería aprender a pintar y a crear estas artesanías".
Gracias a su trabajo, La Palma dejó de depender exclusivamente de la agricultura y se convirtió en un modelo de economía creativa. Familias enteras adoptaron las técnicas artísticas inspiradas por Llort, y la iconografía de pájaros, árboles, casas y figuras humanas coloridas se volvió parte del imaginario colectivo.
El legado continúa en museos y espacios culturales
Durante la guerra civil, Llort se trasladó a San Salvador, donde fundó la galería "El Árbol de Dios". Desde este espacio continuó difundiendo su arte y promoviendo el desarrollo cultural.
Su obra ha sido expuesta en espacios de alto prestigio como el Museo de la Casa Blanca (EE. UU.), el Museo del Vaticano (Italia), el MoMA y el Museo de Arte Latinoamericano en Nueva York, entre otros.
Algunas de sus obras más destacadas incluyen:
- Estola y decoraciones de altar para la visita del Papa Juan Pablo II (1983).
- Mural en la fachada de la catedral metropolitana de San Salvador (removido en 2011).
- "Abrazo Fraternal", obra pública en la entrada sur de San Salvador (2012).
- Cruz de madera para la Catedral de Southwark en Londres (2013).
Presente y futuro de su herencia artística
Fernando Llort falleció el 10 de agosto de 2018, pero su influencia sigue vigente. Su familia continúa promoviendo su filosofía y estilo artístico, y colectivos como Tarde Noche y plataformas como ContrastES han realizado homenajes para acercar su obra a nuevas generaciones.
Marcia, integrante del colectivo Tarde Noche, explicó en entrevista que "sus colores, su forma y sobre todo la libertad de crear dentro de las formas cotidianas" fueron inspiración para las piezas creadas en su homenaje. Añadió que buscan mantener vivo el legado de Llort acercando el arte a todas las personas: "No necesitas ser un experto, sino tener las ganas y la pasión para demostrar quién sos".
Juan Pablo Llort, hijo del artista, destacó durante la inauguración de la plataforma ContrastES: "En sus obras y artesanías hay un juego de contrastes: los colores vivos con los suaves, los fondos blancos que transmiten esperanza, alegría y vida".
Llort logró dignificar el trabajo manual, rescatar la identidad cultural y promover el arte como herramienta de transformación. Su visión de un arte accesible, espiritual y colectivo sigue inspirando a artistas, artesanos y amantes de la cultura salvadoreña en todo el mundo.
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