Uriel Canjura: del niño que jugaba descalzo al orgullo del bádminton salvadoreño

La historia de Uriel Canjura es una de esas que inspiran a todo un país. Nació en Suchitoto, Cuscatlán, y desde pequeño mostró un talento innato para el deporte. Su infancia no estuvo rodeada de lujos ni de grandes recursos; de hecho, comenzó practicando bádminton descalzo, improvisando con lo que tenía a la mano. Entre calles de tierra y canchas improvisadas, Uriel forjó el carácter y la disciplina que lo convertirían en el máximo exponente salvadoreño de esta disciplina.

Primeros pasos con obstáculos

Uriel descubrió el bádminton gracias a su padrastro, Andrés Ardón, quien formaba parte de la Federación Salvadoreña de Badminton y metió a Uriel en este mundo de las raquetas y el bádminton. Al inicio, jugaba sin zapatos y con raquetas que muchas veces eran prestadas o reparadas en la pequeña cancha de tierra que Ardón construyó en casa de Uriel .

Lo que para muchos habría sido un impedimento, para él se convirtió en un desafío. Su constancia lo llevó a destacar en torneos locales, donde rápidamente llamó la atención de entrenadores que vieron en él un talento especial.

El salto al alto rendimiento

Su ascenso fue meteórico. Con apenas 11 años viajó a República Dominicana donde ganó la medalla de plata en el Campeonato Panamericano Sub 11, enfrentando a rivales con más experiencia y recursos, pero sin perder la humildad ni la determinación. Canjura se mudó a España donde vivió cuatro años y donde estuvo perfeccionando sus habilidades en el badminton.

En pocos años, Uriel pasó de ser “el niño que jugaba descalzo” a convertirse en atleta olímpico, participando en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, un hito histórico para El Salvador.

Orgullo nacional

Hoy, Uriel Canjura es sinónimo de orgullo salvadoreño. Ha representado al país en Juegos Panamericanos, Juegos Centroamericanos y del Caribe, y torneos internacionales donde se ha enfrentado a los mejores del mundo. Su logro más importante fue la medalla de bronce que consiguió los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. Esto le permitió jugar en los Juegos Olímpicos de París 2024.

En 2025, con 24 años, demostró su nivel al poner en aprietos al campeón mundial y subcampeón olímpico, Kunlavut Vitidsarn, en la primera ronda del Campeonato del Mundo en París. Aunque no logró la victoria, su desempeño fue digno de reconocimiento, confirmando que puede competir de tú a tú con la élite mundial y también lo ayuda para su preparación rumbo a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028.

Más allá de sus logros deportivos, Uriel se ha convertido en un referente para la niñez y juventud de El Salvador. Su ejemplo demuestra que con trabajo duro, disciplina y amor por lo que se hace, los sueños pueden hacerse realidad, sin importar de dónde se venga.

El futuro

A sus 24 años, Canjura aún tiene un largo camino por recorrer. Su meta es consolidarse entre los mejores del continente y clasificar nuevamente a unos Juegos Olímpicos, esta vez con más experiencia y preparación. Su historia sigue escribiéndose, pero ya está marcada como una de las más inspiradoras del deporte salvadoreño.

De jugar descalzo en Suchitoto a codearse con la élite del bádminton mundial, Uriel Canjura es la prueba viviente de que los sueños se cumplen con esfuerzo y pasión.

Palmarés de Uriel Canjura

Juegos Panamericanos

• Medalla de bronce en individual masculino en Santiago 2023

Campeonatos Panamericanos

• Medalla de plata en individual masculino en Kingston 2023
• Medalla de plata en individual masculino en Ciudad de Guatemala 2024
• Medalla de bronce en individual masculino en San Salvador 2022

Juegos Panamericanos Junior

• Medalla de plata en individual masculino en Cali-Valle 2021
• Medalla de plata en dobles mixto en Cali-Valle 2021