Ataque ruso en capital ucraniana deja 18 muertos y más de 50 heridos

El número de muertos por el ataque ruso de la noche del miércoles contra la capital ucraniana aumentó a 18, entre ellos cuatro menores, informaron las autoridades locales. La Fiscalía de Kiev confirmó que entre las víctimas se encuentran una niña de dos años, un adolescente de 14 y una joven de 17.

Según la agencia Ukrinform, la menor murió de inmediato tras la explosión, mientras que los otros dos adolescentes fallecieron después de haber sido trasladados al hospital en estado crítico. Una cuarta víctima menor fue confirmada la mañana del jueves.

El alcalde de Kiev, Vitali Klitschkó, declaró en televisión que unas 50 personas resultaron heridas, de las cuales 40 permanecen hospitalizadas. Al menos diez personas más siguen desaparecidas bajo los escombros.

En varias zonas céntricas de la ciudad, rescatistas y vecinos trabajaron para retirar los restos de edificios destruidos. Un periodista de AFP constató un cráter humeante en un inmueble residencial de cinco pisos que quedó partido en dos. Los socorristas extrajeron de allí cuerpos cubiertos de polvo.

“Los cristales volaban (…) Gritamos cuando estallaron las bombas”, relató Galina Shcherbak, quien se encontraba en un aparcamiento cercano en el momento del impacto.

Daños a instituciones y servicios civiles

Los ataques alcanzaron un centro comercial, una guardería, un edificio de viviendas y también instalaciones diplomáticas y culturales. El presidente del Consejo Europeo, António Costa, confirmó que la sede de la Unión Europea en Kiev resultó dañada y aseguró que el bloque “no se dejará intimidar” por Rusia. La UE convocó al embajador ruso en protesta por el bombardeo.

El British Council informó en su página de Facebook que su oficina en la capital ucraniana quedó “severamente dañada”. También se registraron afectaciones en las oficinas del diario Ukrainska Pravda.

Periodistas de AFP reportaron haber escuchado explosiones, el sonido de drones sobrevolando la ciudad y la caída de un misil abatido. Miles de habitantes se refugiaron en estaciones de metro y sótanos, algunos acompañados de sus mascotas.

Un ataque de gran envergadura

La Fuerza Aérea ucraniana informó que durante la ofensiva Rusia lanzó 598 drones y 31 misiles, incluidos misiles de crucero Kh-101, misiles balísticos Iskander-M y dos misiles hipersónicos Kinzhal. Se trata del segundo mayor ataque aéreo contra Ucrania desde el inicio de la invasión en febrero de 2022.

La administración militar de Kiev indicó que los daños se extendieron a 33 lugares de la ciudad, con rescatistas trabajando en 18 de ellos. “Tenemos un historial negativo: los daños se extienden a toda la ciudad”, señaló en Telegram el jefe de la administración militar, Timur Tkachenko.

Reacciones en Ucrania y en el exterior

El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, calificó el bombardeo como una “horrible y deliberada matanza de civiles”.

“Rusia no tiene ningún interés en la diplomacia. Prefiere continuar matando antes que poner fin a la guerra”, afirmó. Zelenski pidió “nuevas sanciones fuertes” contra Moscú y sus aliados, citando a China y Hungría.

“Ya se han incumplido todos los plazos y se han echado por tierra decenas de oportunidades para la diplomacia. Rusia debe sentirse responsable de cada ataque, de cada día de esta guerra”, añadió.

Desde Moscú, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que “las fuerzas armadas rusas cumplen su misión. Continúan atacando objetivos militares y paramilitares”. Al mismo tiempo, aseguró que Rusia “sigue interesada en continuar el proceso de negociación para alcanzar sus objetivos por medios políticos y diplomáticos”.

El ataque ocurrió mientras se encuentran bloqueados los intentos de diálogo impulsados recientemente por Estados Unidos. Según la AFP, los esfuerzos diplomáticos promovidos por el presidente estadounidense Donald Trump no han producido resultados concretos, y Rusia ha intensificado sus bombardeos.

Condenas internacionales

Los líderes europeos reaccionaron con firmeza al ataque. El primer ministro británico, Keir Starmer, escribió: “Putin está matando a niños y a civiles, y saboteando las esperanzas de paz. Este baño de sangre debe terminar”.

El presidente francés, Emmanuel Macron, señaló: “629 misiles y drones en una noche contra Ucrania. He ahí la voluntad de paz de Rusia. Terror y barbarie”.

En tanto, António Costa aseguró que la Unión Europea “no se dejará intimidar” y reiteró el compromiso del bloque con Ucrania.

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Una ciudad bajo presión constante

Tras tres años y medio de guerra, Kiev vive bajo el impacto recurrente de ataques aéreos. Las escenas de vecinos corriendo a refugios, familias con niños buscando protección y rescatistas retirando escombros se repiten en cada ofensiva.

Los socorristas informaron que varias personas podrían seguir atrapadas bajo edificios colapsados. Una escuela de preescolar también resultó dañada, sumándose a la lista de infraestructuras civiles alcanzadas.

El ataque de la noche del miércoles evidencia la dificultad de lograr un cese al fuego en un contexto de ofensiva militar sostenida y negociaciones bloqueadas.