¿Teleféricos en San Salvador? la capital apunta a este novedoso sistema de transporte

Desde el año 2022, El Salvador se encamina a desarrollar un moderno sistema de transporte masivo con apoyo de India, el cual incluirá tres líneas de teleféricos, según confirmaron funcionarios del país asiático.

El anuncio se dio tras una serie de visitas entre funcionarios de ambos países, incluyendo a Ibrajim Bukele, asesor presidencial; Romeo Rodríguez, ministro de Obras Públicas y Transporte (MOPT); y Nelson Reyes, viceministro de Transporte. 

En este 2025, y a través de una entrevista televisiva, el viceministro de Transporte, Nelson Reyes, retomó el tema de este proyecto del teleférico o metrocable, asegurando que "Es algo que va avanzando, el ministro de Obras Públicas (Romeo Rodríguez) ha estado trabajando en las ubicaciones finales para el tema del metrocable y esperamos que próximamente se pueda estar iniciando el proyecto".

Te puede interesar: ¿Recuerdas el Teleférico en San Jacinto? Fotografías de antaño que te transportan a este mágico lugar

Ubicaciones dadas hasta la fecha

El proyecto incluye que uno de los teleféricos anunciados llegará al Boquerón, partiendo por el sector del redondel Masferrer en el sentido de la avenida Jerusalén y llegando al volcán de San Salvador. 

Otro que se estaría implementando es en Panchimalco, partiendo de Santo Tomás y tocando varios puntos del sector de Quintas Doradas, Puerta del Diablo, Planes de Renderos y parte de la zona urbana de Panchimalco.

El tercero, estaría ubicado en la Zacamil, donde se realizan estudios para determinar el trazado, pero la   idea es atender la zona de Mejicanos, también parte de la Universidad de El Salvador, un sector del Centro de Gobierno y llegaría hasta antes del centro histórico capitalino.

Una oportunidad con potencial de transformación

El interés de India por invertir en transporte masivo en El Salvador refleja el valor estratégico de modernizar la movilidad en el país. Estos proyectos, si se implementan con responsabilidad social y ambiental, podrían reducir significativamente los tiempos de traslado y mejorar la calidad de vida de miles de personas, según las estimaciones preliminares del MOPT.

Además, el uso de teleféricos como parte del transporte público ha ganado terreno en varios países de América Latina durante los últimos años. Este modelo innovador se consolidó tras la implementación del primer sistema de teleférico urbano de transporte masivo en Medellín, Colombia, en 2004, un caso que marcó un precedente a nivel global, según un informe del Banco Mundial publicado en 2020.

Desde entonces, al menos 18 ciudades de la región han adoptado o impulsado este tipo de proyectos. Entre los países que han apostado por esta alternativa de movilidad urbana se encuentran República Dominicana, Bolivia, Brasil, México, Chile, Ecuador, Venezuela y la misma Colombia. Los metrocables no solo mejoran la conectividad, sino que también representan una opción sostenible y eficiente para zonas de difícil acceso.

Te puede interesar: Se viraliza en TikTok nostálgico video del teleférico de San Jacinto en 1980

Modelos de negocio para ejecutar proyecto

Si bien aún no se han confirmado fechas ni presupuesto total, los estudios técnicos ya están en marcha. Sin embargo, es importante destacar que India ha invertido más de 1.9 billones de dólares en infraestructura en su propio territorio, y ahora busca replicar modelos de éxito en naciones aliadas.

Según el Banco Mundial, los sistemas de metrocable en América Latina pueden clasificarse en tres grandes modelos de gestión, según la estructura de financiamiento y operación.

El primero corresponde a obras ejecutadas como inversión pública, donde el Estado se encarga tanto de la construcción como de la operación y mantenimiento del sistema. Este enfoque ha sido implementado en ciudades como La Paz, Bolivia, con más de 30 kilómetros de extensión y un promedio diario de 160,000 pasajeros; y Medellín, Colombia, con cinco líneas que cubren cerca de 12 kilómetros y movilizan a unos 40,000 usuarios cada día.

El segundo modelo responde a una Asociación Público-Privada (APP). En este esquema, una empresa privada asume la construcción, operación y mantenimiento, mientras que el Estado mantiene la supervisión general del proyecto. Este tipo de gestión se aplica en ciudades como Ciudad de México, con un metrocable de 4.8 kilómetros que transporta alrededor de 17,000 personas al día; así como en Guayaquil, Ecuador, y zonas de la Amazonía peruana.

El tercer modelo combina inversión pública con operación privada. En este caso, el Estado financia la obra, pero delega la gestión operativa a un actor privado. Bogotá, con un sistema de 3 kilómetros que atiende a unos 21,000 pasajeros diarios, y Santiago de Chile son ejemplos destacados de esta modalidad.

Hacia el cierre de julio 2025, el MOPT aún no ha anunciado información oficial sobre costos y fechas clave del proyecto, pero la planificación del Gobierno apunta a que El Salvador se convierta en el primer país de Centroamérica con el metrocable como opción de transporte masivo.