Trump sacude el comercio mundial con nuevos aranceles

El presidente Donald Trump firmó un decreto este jueves que impone aranceles más altos a decenas de países para reestructurar el comercio mundial en beneficio de Estados Unidos.

Las nuevas tarifas aduaneras no entrarán en vigor este viernes como estaba previsto inicialmente, sino dentro de siete días, mientras las aduanas se preparan.

Las nuevas tarifas aduaneras oscilan entre el 10% y el 41%, siendo la más alta para Siria. India se ve sujeta al 25% y Canadá también recibe un golpe, al pasar del 25% al 35%, salvo los productos protegidos por el Tratado de libre comercio de América del Norte (T-MEC), del que forma parte junto con Estados Unidos y México.

Washington aumentó del 10 al 15% los recargos para Costa Rica, Bolivia y Ecuador y mantuvo intactos los previstos en abril para Venezuela (15%) y Nicaragua (18%).

Trump ya había avisado que este 1 de agosto iba a ser "un gran día" para su país, pues se cumple el plazo concedido en julio a sus socios comerciales para negociar en ese tiempo nuevos aranceles.

Apenas nueve países habían logrado un entendimiento con Washington en este lapso, entre ellos, el Reino Unido, la Unión Europea (UE), Corea del Sur y China, aunque en este último caso ambas partes se encuentran en negociaciones para llegar a un pacto definitivo antes de que el 12 de agosto expire su pausa bilateral.

El pacto alcanzado con la UE contempla un techo arancelario único del 15 % y "aranceles cero" en diversos productos, así como compras estratégicas europeas valoradas en $750,000 millones de gas, petróleo, energía nuclear o chips de inteligencia artificial.

VER: Trump aplaza 90 días el aumento de aranceles a México

Chile y México con buenas noticias; Brasil se lleva un golpe

Esta ha sido la semana decisiva y han salido a flote varios acuerdos de último minuto, así como negociaciones no tan buenas para todos.

El miércoles el gobierno chileno respiró aliviado, ya que Trump emitió una orden ejecutiva, mediante la cual se exime al cobre chileno de aranceles. Según el anuncio, los insumos de cobre quedaron exentos del "arancel recíproco" global del 10 % impuesto por EE.UU. y que, por tanto, "el cobre chileno en este momento está sujeto a un arancel cero".

Los envíos chilenos representan el 70 % de todo el cobre metálico que importa EE.UU., mientras que el 30 % restante proviene de México, Canadá y Perú.

Brasil figura con un 10%, pero será solo hasta el 6 de agosto. Pero el miércoles el gobierno de Trump anunció que a este arancel mínimo universal añadirá 40%, lo que equivale a un 50%, debido sobre todo al juicio contra el expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, acusado de intentona golpista.

El mandatario estadounidense salva productos esenciales en las exportaciones brasileñas como el jugo de naranja, la energía, las aeronaves civiles y sus componentes, los fertilizantes, los metales preciosos, la pasta de celulosa o el arrabio, entre otros.

Pero el café está incluido entre los productos que se verán sometidos a un 50% de tarifas aduaneras suplementarias, aplicables siete días después de la emisión del decreto, se lee en el texto, es decir, el 6 de agosto. Un duro golpe para la que es considerada la economía más grande de América Latina.

Para México en cambio, llegaron buenas noticias en esta misma semana, pues el jueves Trump habló por teléfono con su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum, y luego anunció una nueva prórroga de 90 días en la aplicación de la mayoría de aranceles para ese país.

Trump justificó su decisión dada la compleja relación comercial y fronteriza entre sus respectivos territorios: "Las complejidades de un acuerdo con México son algo diferentes a las de otros países debido a los problemas y las ventajas de la frontera", declaró de nuevo en Truth Social.

Nueve acuerdos comerciales

Hasta el cierre de esta nota, Estados Unidos ya había firmado nueve pactos comerciales bilaterales tras la llegada de Trump a la Casa Blanca y el inicio de su agresiva política arancelaria. 

Los acuerdos son con Reino Unido, China, Vietnam, Japón, Filipinas, Indonesia, Unión Europea, Corea del Sur y Pakistán. Además Taiwán dice haber llegado a "cierto consenso" .

El primer entendimiento se logró con Reino Unido, el 8 de mayo. Establecía la reducción de aranceles sobre automóviles británicos del 25 % al 10 % -hasta 100,000 vehículos al año- y la eliminación para acero y aluminio.

Además, tras amenazas recíprocas de aranceles de hasta del 115%, Estados Unidos y China llegaron a un principio de acuerdo que aún se encuentra en desarrollo.

Estados Unidos y Vietnam acordaron el 2 de julio elevar la tarifa de las exportaciones vietnamitas a EE.UU. al 20 %. 

Japón aceptó un arancel del 15 % sobre sus exportaciones a Estados Unidos frente al 25 % con el que había amenazado Trump. El país asiático se comprometió a invertir $550,000 millones en EE.UU. y a abrir su mercado en sectores como automóviles, camiones, arroz y productos agrícolas.

EE.UU. impuso una tarifa de 19 % a productos filipinos, a cambio de que los productos estadounidenses queden exentos de aranceles al entrar en Filipinas.

Con contenido casi idéntico, el acuerdo con Indonesia fijó aranceles del 19 % para las exportaciones a Estados Unidos y, en paralelo, incluyó compromisos de compra de aeronaves, productos agrícolas y energéticos norteamericanos por parte de Indonesia.

El 27 de julio se anunció el pacto entre EE.UU. y la Unión Europea por el que la mayoría de las exportaciones europeas estarán gravadas con el 15%.

El 31 de julio se firmó también un compromiso con Corea del Sur que, se fijaron aranceles del 15% a los productos coreanos, mientras los de EE.UU. quedan exentos para su entrada en el país asiático.

El impacto de estas medidas preocupa a los economistas. Los consideran un lastre para la inflación de EE.UU., que subió al 2.6% en junio, y para el crecimiento de Estados Unidos, que se espera por debajo del 1% en el segundo semestre del año.

Pese a que el presidente Nayib Bukele se considera un político cercano a Trump, El Salvador no fue excluido del arancel base del 10 %. Hasta el cierre de esta nota no se había anunciado ningún acuerdo.

La Corporación de Exportadores de El Salvador (Coexport) ya ha expresado preocupación por la falta de claridad sobre la aplicación del 10 % y solicitó orientación para garantizar cumplimiento de reglas de origen y mitigar riesgos.

Silvia Cuéllar, presidenta de la gremial, advirtió que un alza general de aranceles, sobre todo hacia México y EE. UU., encarecería insumos y afectaría exportadores salvadoreños.

Si el 10 % se aplica, golpearía sectores como alimentos, textiles y manufacturas que exportan a EE. UU., encareciendo sus productos y reduciendo la demanda.

El presidente la Asociación Salvadoreña de Industriales, Jorge Arriaza, también expresó su preocupación respecto al tema. Destacó que en caso de que se mantenga el 10% a los productos que ingresan a EE.UU., habrá un sobrecosto para los exportadores.

"La competencia sería un poco más difícil, por ejemplo, en el sector de alimentos, que son productos muy competitivos y que un 10% arriba del precio, tendrá alto impacto negativo para nosotros", expresó.

En julio, la ministra de Economía, María Luisa Hayem, confirmó que estaban en fase final de negociaciones para que el país quede fuera del 10 % a partir del 1 de agosto, pero hasta el cierre de esta nota se desconocía si el país había logrado algún acuerdo.