La UES otorga reconocimiento al ingeniero del año por su legado científico

Miguel Hernández ha dedicado más de dos décadas a la formación académica y el desarrollo científico desde la Universidad de El Salvador (UES). Trabajo por el que este año, recibió el reconocimiento como Ingeniero Agrónomo del Año 2025, otorgado por el Tribunal de Honor de la Asociación de Ingenieros Agrónomos de El Salvador (SIADES). 

“Quiero confesar que en verdad es un galardón muy significativo que me hace retroceder en el tiempo de la historia educativa mía desde la primaria, la secundaria, todos los procesos educativos que han venido formándome con el tiempo”, recalcado su orgullo porque cada una de las aulas por las que pasó fueron del sistema educativo público. 

Actualmente, Hernández coordina la carrera de Ingeniería Geológica en la UES, una iniciativa que lidera desde hace algunos años. “Definimos e instauramos la carrera de ingeniería geológica en la universidad y trabajamos en ella”, explicó. 

La carrera fue creada en 2020 y este año verá a sus primeros tres estudiantes egresar. “Tenemos por egresar este año los primeros tres estudiantes, pero hay uno más que se aproxima a la meta”, compartió el ingeniero. 

A pesar de los desafíos, Hernández destaca la calidad de la formación que han recibido los estudiantes, quienes ya realizan su servicio social en instituciones como la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL).

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“Verlos a ellos en ese momento para mí es como mi graduación en términos del proyecto de la carrera porque vemos que el estudiante ya en ese nivel ya es producto de una serie de esfuerzos que se han venido desarrollando”, agregó.

Hernández también ha contribuido significativamente a la formación técnica en Sistemas de Información Geográfica (SIG), integrando esta herramienta tecnológica a la formación de profesionales agrónomos. 

“Verlos triunfar a ellos, en diversas instituciones como técnico SIG, para mí era el logro más grande”, dijo. Añadió que su objetivo ha sido que los ingenieros agrónomos “consigan su trabajo, su empleo en su área”.

El reconocimiento recibido por SIADES surgió a propuesta de sus colegas: “No solamente uno, fueron múltiples colegas que me propusieron como candidato a someterme al proceso de selección por el Tribunal de Honor”. En el momento que le notificaron la decisión del jurado, expresó: “Yo creo que es un galardón muy importante, pero también en el medio hay muchos otros colegas que podrían incluso tener más méritos que yo, pero de alguna manera fui yo el afortunado”.

Entre los aspectos evaluados para este reconocimiento están los aportes técnicos, científicos y el trabajo gremial. Hernández considera que su contribución al desarrollo de proyectos con cooperación internacional fue un factor determinante.

“Mi trabajo en los recursos naturales a través de los proyectos financiados por la cooperación externa… hemos trabajado en prácticamente tres proyectos grandes, nacionales e internacionales”.

Uno de los proyectos más significativos para él ha sido ayudar a desarrollar capacidades técnicas en la comunidad académica: “Yo creería que lo más interesante que tuve la oportunidad de hacer es capacitar muchos ingenieros agrónomos en términos de los sistemas de información geográfica, crear algunas capacidades en los colegas para que ellos emprendan esa área ya como profesionales nuevos”.

A nivel internacional, ha colaborado con universidades como la de Palermo y Pescara en Italia, la UNAM de México y la Universidad de Kyoto en Japón. “Ahora estamos trabajando en un proyecto de investigación con la Universidad de Kyoto de Japón en términos de escenarios de riesgos de amenazas naturales”, dijo.

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Más allá del aula y la investigación, el reconocimiento también representa un hito personal. “Para mí fue demasiado honor el que me estaban dando porque yo lo considero que es un galardón muy grande que humildemente lo recibo”, compartió con emoción. Recordó que en la ceremonia estaban presentes sus antiguos maestros y jefes “cuando ves en el momento que te lo entregan, están tus maestros ahí; a muchos de ellos les ha otorgado este galardón”.

También destacó el sacrificio que su familia ha realizado para apoyarlo. “Yo creo que mi familia se acostumbró a verme así, estar en casa, tener un montón de tareas y poco tiempo para ellos”, agradeciendo especialmente a su esposa e hijos por la paciencia.

Miguel Hernández inició su carrera profesional en 1995 en la extinta empresa ProCafé, ha apostado por la formación integral como herramienta de transformación social. 

“Nosotros solamente hacemos nuestro trabajo, procuramos generar en el estudiante mucha actitud hacia los estudios ellos van a lograr llegar mucho más allá de donde uno ha llegado”.

Al recibir la placa, confesó: “Espero ser un ejemplo para mis hijos. Tampoco creo que teniendo un galardón uno viene siendo más que otras personas, eso no es así, la vida continúa”.

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