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SIDD presenta en El Salvador su apuesta hondureña por una música sin fronteras
SIDD es una agrupación hondureña que presenta su propuesta musical a El Salvador, país que planea visitar a finales de este año para compartir parte de su discografía.
En un panorama musical cada vez más saturado por fórmulas comerciales y estilos predecibles, desde Honduras surge una propuesta que desafía convenciones y abre nuevos caminos sonoros: SIDD, una banda de música experimental con raíces profundas en la psicodelia, el rock progresivo y la fusión de ritmos latinoamericanos.
Fundada en 2010 por Carlos Padilla (voz) y Oved Baca (teclados), la agrupación ha construido, a lo largo de más de una década, una trayectoria sólida y coherente que ahora busca proyectarse hacia el resto de Centroamérica, especialmente El Salvador, país al que esperan llegar pronto con su espectáculo en vivo.
La historia de SIDD no puede entenderse sin mencionar su antecedente: La Muerte de Chiquita, un grupo que navegaba entre el rock alternativo, el grunge y el blues.
Tras su disolución, Padilla y Baca sintieron la necesidad de iniciar un nuevo proyecto, esta vez sin limitaciones estilísticas. Así nació Sidarta, nombre original del grupo, que luego evolucionaría a SIDD, una abreviación que mantiene la esencia del personaje budista, símbolo de introspección y búsqueda espiritual.
Para los fundadores, se trataba de crear una banda sin barreras de género, un laboratorio sonoro que diera cabida a todo lo que quisieran explorar musicalmente.
“Queríamos hacer un proyecto más experimental, que no tuviera límites, que nos permitiera cubrir todos los géneros que quisiéramos tocar”, explicó Carlos Padilla.
Una discografía en expansión
Desde su primer álbum "Violentamente dulce" (2012), SIDD ha transitado una evolución constante, tanto en sonido como en concepto. El segundo disco, "Profano" (2014), marcó un punto de inflexión con la participación activa del productor Guayo Sedeño, quien no solo produjo sino también ejecutó varios instrumentos.
Este vínculo creativo continuó con "Ritual" (2018), considerado por la banda como su trabajo más maduro hasta la fecha.
Actualmente, se encuentran trabajando en su cuarto disco de estudio, del cual ya han lanzado tres sencillos grabados en colaboración con Guitar Match, mientras afinan los últimos detalles para completar un total de 10 u 11 canciones.
Además, su catálogo incluye el disco en vivo "Sesiones 420" (2014) y una recopilación especial publicada en 2020 con motivo de su décimo aniversario.
Más allá de su riqueza instrumental, una de las características más distintivas de SIDD es su contenido lírico. Sus canciones abordan temas políticos, existencialistas y ecológicos, con un enfoque poético que invita a la reflexión.
“Nuestras letras cubren la angustia de la vida contemporánea: crisis naturales, climáticas, guerras potenciales, migraciones masivas… pero también la posibilidad de una esperanza futura. Reflexionamos sobre el papel de la tecnología y sobre la humanidad en el filo de la destrucción”, señaló Padilla.
Un ejemplo claro de esto es su más reciente sencillo, “El futuro tempestado”, que combina ritmos garífunas con estructuras progresivas y elementos de rock, en una composición que analiza los desafíos del presente como punto de partida para imaginar el porvenir.
A lo largo de su historia, SIDD ha compartido escenarios con bandas centroamericanas y artistas internacionales, lo que ha contribuido al enriquecimiento de su propuesta escénica. Entre sus colaboraciones destacan nombres como Garcín, Fox the Kid, Safari Volvo y Adhesivo, así como los músicos cubanos Lázaro García y Feliu.
Su participación en festivales como el extinto pero emblemático El Manifiesto marcó momentos importantes en su desarrollo, brindándoles la oportunidad de interactuar con otras escenas musicales de la región y de ampliar su red de influencias.
Para SIDD, hacer música en Honduras implica un doble reto: luchar contra la falta de apoyo institucional a las artes y, al mismo tiempo, resistir las presiones del mercado musical comercial.
Sin embargo, su objetivo no ha cambiado: crear música propia, con valor artístico, que pueda ser apreciada como una obra cultural más que como un simple producto de entretenimiento.
“El mayor aporte que queremos hacer es demostrar que en Honduras se puede crear música experimental, auténtica, que no esté sometida a los dictámenes del mercado. Queremos que la música sea reconocida como arte”, subrayó el vocalista.
Rumbo a El Salvador
Con la mirada puesta en fortalecer su presencia en Centroamérica, SIDD proyecta visitar El Salvador a finales de 2025. Para ellos, sería una oportunidad invaluable de compartir su música en vivo con un nuevo público y seguir construyendo puentes culturales en la región.
“Hemos tenido la suerte de tocar con bandas salvadoreñas aquí en Honduras, y ahora queremos que nos conozcan allá”, concluyó Padilla, quien invita a descubrir su música en plataformas digitales como Spotify, Bandcamp, YouTube y redes sociales como TikTok e Instagram, bajo el usuario SIDDHNOFICIAL.
SIDD representa esa rara conjunción de autenticidad, riesgo y arte en un mundo musical cada vez más homogéneo. Su propuesta, tan introspectiva como combativa, resuena como un llamado a volver a mirar la música como un medio de expresión profunda, y no solo como un entretenimiento pasajero.
(Artículo elaborado con asistencia de IA)