Si algo nos ha recordado el COVID-19 es que la mejor forma de fortalecer el organismo es con un plan nutricional saludable combinado con una buena rutina de ejercicios, claro, en perfecto equilibrio: ni muy poco, ni demasiado. El término “superalimentos”, con el que se etiqueta a ciertos comestibles, se ha popularizado en el mundo del marketing.
Y aunque algunos nutricionistas aclaran que dicha clasificación es hasta cierto punto ficción, no niegan que dichas apuestas alimenticias tengan una buena dosis de nutrientes.
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Eso sí, hay que tener en cuenta que para gozar de los beneficios de estos “superalimentos” es crucial combinarlos con otros, en ciertas cantidades y como parte de un estilo de vida saludable. A la fecha, no existen pruebas de que por sí solos hagan milagros.
“Muchas personas piensan que basta con añadir estos productos a sus comidas para compensar los desequilibrios que ocasiona una mala dieta. Y no es así”, afirmó Laia Gómez, dietista-nutricionista de la Clínica Alimmenta de Barcelona, en entrevista con Muy Interesante, en el artículo “¿Verdad o timo? 10 superalimentos a examen”, disponible en su sitio web.
Conscientes de que una nutrición balanceada debe incluir todos los grupos alimenticios, te contamos que para este año la nutricionista española Laura Parada ha creado un listado con una decena de alimentos que deberías incorporar a tu dieta diaria en la justa medida.
De esa propuesta publicada por el sitio de EFE España bajo el título “Superalimentos 2021 ¿Cuáles están en el ranking?” extraemos estos cinco ingredientes que vale la pena añadir a nuestra cocina.
Ruibarbo
Tal vez has oído que le llaman apio rosa. Es una de las hortalizas con alto contenido de fibra. Su tallo es el comestible y por su sabor ácido suele ser utilizado en la elaboración de postres y dulces. Claro, también es muy sabroso en platos salados. Es un alimento rico en vitaminas C y K, calcio, potasio y magnesio. Al igual que el apio, posee una gran cantidad de agua. Nunca comas las hojas, pues son tóxicas.
Fonio
Es originario de la región de Senegal, en África, y contiene más minerales y vitaminas que muchos otros cereales, como el arroz. El portal as.com subraya que en él destaca su aporte de vitaminas B1, B2 y minerales, como calcio, hiero, magnesio, manganeso y zinc. Además es muy bajo en grasas. Es considerado un producto sumamente resistente, que no requiere de grandes cantidades de agua para su cultivo. Destaca por su contenido de aminoácidos como la metionina, la cistina y la fenilalanina.
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Semillas de Cáñamo
El portal cuerpomente.com destaca que estas contienen los nueve aminoácidos que el cuerpo necesita para fabricar proteínas de calidad fáciles de digerir. Su sabor es similar a la pepa de girasol y en el mercado se encuentra como semillas con piel, peladas, en forma de aceite o proteína en polvo. Las semillas peladas pueden añadirse casi a cualquier platillo. Son ricas en proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas y enzimas, y bajo contenido en azúcares, almidón y grasas saturadas.
Amaranto
Aclaremos, este pseudocereal es uno de los cultivos más antiguos de América y probablemente de la humanidad. Según el sitio cuerpomente.com, mayas, incas y aztecas dedicaron amplios territorios para cosecharlo. Está incluido en el grupo de los 36 vegetales con alto potencial alimenticio, tanto por su riqueza de minerales y proteínas, como por su resistencia a la sequía y su rendimiento agrícola. Es ideal para diabéticos y celiacos. Tiene un alto contenido de fibra.
Bimi
En realidad se le conoce así en España, pero en el resto de Europa se le llama broccolini. Surgió como un cruce natural entre brócoli y col china, por lo que suma los nutrientes de ambas crucíferas del grupo Brassica oleracea. Tiene compuestos antiinflamatorios y antioxidantes, un alto contenido de fibra, proteína total y minerales, como el calcio, magnesio, cobre, zinc y manganeso. A esto añade Omega 3. De sabor dulce, puede degustarse asado, sancochado, con estofados o crudo.