El uso imperativo de mascarilla, lavarse las manos más de lo habitual, desinfectar objetos y superficies, permanecer en casa lo más que se pueda, entre otros cuidados, son parte de la realidad trazada por el COVID-19.
Ante este escenario, que a veces parece surrealista, la psicóloga Dina Semsch planteó ideas y actitudes claves que cada persona debe adoptar frente a la “nueva normalidad” que se avecina.
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De acuerdo con la profesional, “la idea no es renunciar a los hábitos, sobre todo cuando nos hacen bien, sino cambiar la forma en la que los ejecutábamos”. Hacer ejercicios, aprender música u otro tipo de arte o habilidad caben aquí.
“En estos momentos todo lo que estamos viviendo requiere de un nivel altísimo de adaptación y esto es lo que nos va a sacar adelante no solo ahorita, porque lo que conocemos como normalidad no va a ser algo que va a regresar”, puntualizó la experta.
Si bien incorporarse a una nueva dinámica de vivir, de funcionar y de socializar tendría un grado de dificultad, “no sería la primera ni la última vez que nos adaptamos a algo. Usualmente cuando nos habituamos a un cambio, por fuerte que sea, éste se convierte en nuestra nueva normalidad; si no fuésemos capaces de adaptarnos, como especie humana no estaríamos aquí”, acotó.
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La especialista indicó además que este contexto de pandemia sugiere que cada individuo dependa más de sí mismo para su cuido y que para superar las posibles incertidumbres actuales debe hacerse una retrospectiva de lo logrado en la vida, es decir, automotivarse de cara al futuro. Ya en el escenario pospandemia, se debe aprender a convivir con la “amenaza intangible” del nuevo coronavirus.
Pero mientras ese momento llega, la también psicóloga Lissette Macúa, de la Fundación Catarsis, enfatizó que hay que crearse nuevos proyectos o plantearse el retomar aquellos que no se han podido concluir, aprovechar el confinamiento y el aislamiento para proponerse “un cambio personal que conlleve a un cambio de sociedad”.
Especialistas en psicología señalan que “lo que conocemos como normalidad no volverá”, pero enfatizan en aprovechar el confinamiento y el aislamiento para proponerse “un cambio personal que conlleve a un cambio de sociedad”.