El apéndice se encuentra en el intestino grueso. Al inflamarse, produce un fuerte dolor. Puede convertirse en un problema cuando algunas personas no van al hospital porque piensan que se trata de algo producido por algo que comieron, y se automedican.
Sin embargo, eso puede ser muy peligroso, porque se corre el riesgo de que, debido a la inflamación, explote y contamine otras áreas. Esto, a la larga, puede complicar el cuadro de salud y provocar la muerte del paciente.
Según un artículo de Mayo Clinic, “en la mayoría de las personas, el dolor comienza alrededor del ombligo y luego se desplaza”.
“A medida que la inflamación empeora, el dolor de apendicitis, por lo general, se incrementa y finalmente se hace intenso”, agrega.
De acuerdo con reportes de la agencia Efe, se considera que debe preocupar un dolor en la zona derecha del vientre que persiste más de seis horas, cuando a continuación aparezcan vómitos, y no haya apetito.
También puede darse diarrea o estreñimiento, hinchazón y fiebre. Ya con todos estos signos, es preciso que te vayas para el centro de salud más cercano.
Grandes y pequeños
La apendicitis no es exclusiva de los adultos, también le puede llegar a los niños. La Mayo Clinic señala que es frecuente que ocurra en personas entre los 10 y 30 años.
“También plantea que el lugar donde se siente dolor puede variar, dependiendo de la edad y la posición del apéndice. Durante el embarazo, por ejemplo, parecería provenir de la parte superior del abdomen porque el apéndice se encuentra más alto”, señala el instituto de salud.
Existe un debate sobre la función del apéndice. Según la Dra. Carmen del Arco Galán, “durante mucho tiempo se le consideró un órgano residual que se había atrofiado por carecer de utilidad. La versión venía apoyada por el hecho de que, tras la apendicitis, las personas pueden seguir viviendo sin problemas”.
Sin embargo, investigaciones recientes apuntan a que “en ese asa de pequeño tamaño existe un reservorio de bacterias intestinales que permitiría recuperar la flora intestinal”, vital para la buena digestión.
A continuación, te dejamos los signos que te pueden poner en alerta:
