“Padres alarmados por coronavirus provocarían daños psicológicos en sus hijos”, afirma experto

El pánico por una sentencia de cuarentena en El Salvador provocó que las personas corrieran a los supermercados para abastecer sus alacenas o que buscaran las farmacias. El asunto es de adultos, pero los niños también merecen saber de la mejor manera qué pasa. "Son pequeños, pero no tontos", dice el psicólogo Estupiñá. El experto hace un llamado a los adultos a hablar con sus hijos de esta pandemia.

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Los solicitantes de asilo con máscaras protectoras caminan hacia su cita con las autoridades estadounidenses en el puerto de cruce de El Chaparral en la frontera entre Estados Unidos y México en Tijuana, estado de Baja California, México.

Por Diana Orantes

2020-03-13 5:00:07

La cuarentena anunciada el pasado miércoles permitió que cada vez más personas buscaran información sobre el coronavirus, los síntomas o las estadísticas. Ellos están muy ocupados y a veces olvidan, o tal vez creen, que es algo que se discute entre adultos, así que solo algunos, seguramente, se toman unos minutos para hablar con los niños y explicarles qué está pasando.

Los niños pueden generar su propia idea de la realidad actual a partir de lo que ven reflejado en sus padres o encargados. Por eso el profesor de la Facultad de Psicología de la Complutense, Francisco Estupiñá, reveló al periódico español El País, que pese a la edad los más pequeños sí se dan cuenta de la situación y son muy sensibles al estado emocional y anímico de los adultos (por eso no hay que entrar en pánico).

“Lo importante es darles la información que puedan entender: honesta, sencilla, no alarmista y adaptada al nivel de desarrollo del niño”, indicó Estupiña. Con un mensaje como: “No vamos a ver a los abuelos porque son mayores y esa la mejor forma de cuidarlos”, el experto cree los menores pueden entender.

Las reacciones que experimentan los adultos por la situación actual pueden provocar consecuencias psicológicas en ellos. “Si experimentamos pánico ante una determinada situación, transmitimos la idea de que la enfermedad es un enemigo temible ante el que estamos indefensos, eso puede condicionar al niño en respuestas futuras ante la enfermedad”, analizó.

Y ejemplificó que alguien de 5 años no sabe exactamente si lo que ocurre es normal, bueno o malo, sino que crea su propia percepción de acuerdo a lo que ve en sus padres y sus reacciones.

Peor aún, mencionó que si los padres le aseguran que no tienen miedo ante lo que está sucediendo, pero su comportamiento no lo refleja (o expresa lo contrario), el niño está propenso a caer en el temor.

El psicólogo subrayó que si una persona mayor admite tener miedo ante sus hijos pero lo pronuncia con total tranquilidad, no pasa nada grave.

Y sugirió también que una plática con los chicos debe comenzar con preguntas fáciles sobre qué saben del coronavirus, qué han leído o escuchado y con mucha paciencia responderles de forma sencilla, pero sobre todo siempre con calma.

Los progenitores y cualquier adulto que cuide a niños debe mantener la calma para transmitirla y asegurase de crear un buen ambiente de hogar. En estos días, apuntó Estupiña, no hay que variar la rutina extremadamente y tampoco incrementarles las horas de televisión, videojuegos o dispositivos electrónicos.