Las cinco lesiones más comunes que se generan en los gimnasios

Tendinopatías, contracturas y roturas de fibras figuran entre los daños más comunes en gimnasios. Y como cada día crece el número personas que hace uso de estos establecimientos, lo mejor es aprender a prevenirlas.

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Foto Shutterstock

Por EFE/ Mireya Amaya

2019-10-26 10:15:14

Cada vez es mayor la conciencia de las personas por llevar una vida saludable, y muchos optan por ir al gimnasio. Sin embargo, hacer ejercicios o actividades deportivas sin disponer de la orientación o información necesaria puede ser peligroso.

Por ello, el entrenador personal es fundamental para sacarle el mayor rendimiento posible al ejercicio a estos establecimientos, además ayudan a corregir malas posturas y a evitar posibles lesiones, a fijarse en los detalles y cómo mejorarlos.

Asimismo, se debe diseñar un programa de entrenamiento específico según las necesidades y objetivos de cada persona para aprovechar al máximo tanto el tiempo como la actividad.

Los españoles Fernando Dorrego y Pedro Jiménez, entrenadores personales de Blua de Sanitas, elaboraron una lista de las lesiones más comunes que se generan en los gimnasios:

1. Contracturas. Son las lesiones más comunes a nivel muscular, ocasionadas por un sobre esfuerzo repetido, mala ergonomía a la hora de realizar el ejercicio y la falta de descanso. La zona de trapecios o la musculatura dorsal suelen ser las partes más comunes donde aparecen estos daños. Para evitarlos, lo más recomendable es llevar a cabo un entrenamiento adecuado y una correcta progresión de ejercicios, respetando los descansos.

2. Lesiones en la rodilla. Esta es la articulación que más porcentaje de lesiones sufre. La mayoría de los ejercicios o deportes que realizamos tiene impacto, y ese choque es negativo para la articulación.
Si no se tiene un buen tono muscular a nivel de cuádriceps, glúteo y abdomen, todo el peso de nuestro cuerpo recae sobre la rodilla, provocando lesiones en las estructuras blandas de esta. La estructura, la progresión y el nivel físico son fundamentales para prevenir que aparezcan molestias en esta articulación.

3. Tendinopatías. Son el conjunto de patologías que afectan al tendón y aparecen con la repetición de un gesto o la sobrecarga de peso. Ante ello, es fundamental realizar un trabajo de calentamiento con el objetivo de que los tendones sean más elásticos y puedan aguantar la intensidad del ejercicio.

4. Dolor de espalda. Cuando realizamos cualquier ejercicio, nuestra espalda hace una contracción muscular postural, tanto para ayudar al movimiento como para estabilizar nuestro cuerpo. Si no tenemos una buena higiene postural y realizamos el movimiento erróneo, se producirá un esfuerzo “extra” que genera una tensión negativa en nuestra espalda, lo que provocará dolor muscular.

5. Rotura de fibras. Un calentamiento insuficiente, una carga extra, una tensión excesiva y un mal descanso en el músculo, puede producir una rotura de fibras. El síntoma principal es un dolor repentino, conocido como “síndrome de la pedrada”, e incapacidad de mover el músculo.

Sabías que 10 minutos es el tiempo que puede durar un calentamiento general, y hasta 30-40 minutos si se trata de una competición. Este debe incluir ejercicio de movilización progresiva de las principales  articulaciones y activar los principales grupos musculares mediante estiramientos de los mismos.

Toma en cuenta estos consejos: 

– Si has decidido meterte de lleno a practicar algún deporte, es conveniente que te revise un médico.

– Tu programa de entrenamiento debe ir de acuerdo a tus capacidades y estado físico, e ir incrementando de forma progresiva en intensidad y duración.

– Lo mejor es evitar el sobreentrenamiento. Para ello, consulta con un instructor o entrenador personal para que diseñe una rutina adecuada según tu caso.

– Antes de cada sesión, debes hacer un tiempo de calentamiento, según la actividad que vayas a realizar. Asimismo, para finalizar la sesión es imprescindible realizar una vuelta a la calma.

– Es fundamental estirar los músculos antes y después de cada entrenamiento. De acuerdo con Sanitas, debes prestar especial atención a los grupos musculares en los que tengas molestias o hayas padecido alguna lesión. En los estiramientos evita los rebotes y movimientos bruscos.

– Cuando sientas cualquier tipo de molestia, es preferible parar pues la continuidad en el ejercicio podría provocarte una lesión mayor.

– Con estas sencillas pautas y la correcta orientación de tu entrenador, podrás evitar las temidas lesiones.