Para nadie resulta placentero dormir con una persona que ronca, los sonidos incontrolables y hasta escandalosos que se emiten al dormir afecta tanto al que ronca como los que están a su lado.
Este problema está asociado con apnea y con el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y cerebrales, además del déficit en el descanso que repercute en alteraciones musculares, ligamentarias, posturales, de baja resistencia al ejercicio y dolores asociados.
Entre las causas más comunes está el aumento de peso, la inflamación de los tejidos de las vías respiratorias altas, las alteraciones anatómicas y estilos de vida, que incluyen el consumo de alcohol y las comidas abundantes por la noche, favoreciendo los reflujos gastroesofágicos.
El otorrinolaringólogo y cirujano del sueño de la Clínica Mayo explicó a New York Times que con la edad disminuye el tono muscular de las vías respiratorias y que eso hace que los tejidos se muevan y sean más propensos a vibraciones y colapso.
Según el especialista si disminuye el tamaño de la vía respiratoria, aumenta la presión del aire y como consecuencia el tejido vibra y las personas roncan.
Esta situación ha llevado a muchas personas utilizar métodos que solucionen el problema y aunque hay un sin fin de opciones, la mayoría generan efectos secundarios los cuales terminan siendo igual de incómodos.
La cirugía es una de opciones que tienen las personas que desean liberarse de una vez por todas de los molestos ronquidos. La uvulopalatofaringoplastia y la somnoplastia son dos de ellas, la primera consiste en reacomodar los tejidos para que el tamaño de la vía respiratoria aumente.
El segundo procedimiento quirúrgico es ambulatorio y lo que se hace es retira o contrae los tejidos blandos del paladar.
Tras una uvulopalatofaringoplastia, aunque solucione el problema principal, quedan secuelas como dificultades para tragar o una sensación incomoda en la garganta.
En el caso de la sommnoplastia es probable que se experimente un cambio en el tono de voz y es posible que el procedimiento no dure para siempre sino solamente por unos años, ya que los tejidos crecen.
La buena noticia es que si la persona no quiere someterse a un procedimiento quirúrgico, puede elegir un tratamientos menos agresivo y con un costo menor, los cuales en algunos casos ayudan a reducir o en el mejor de los casos eliminar los molestos ronquidos.
Aunque hay una amplia variedad las personas puede ocupar aparatos bucales, dispositivos de “hervir y morder”, u otros dispositivos. Es importante que los precios de estos productos varían según la marca y efectividad, oscilan entre los $12 y $80.