La bacteria de la tuberculosis puede evitarse y tiene cura, pero antes de llegar a ese punto también hay medidas de prevención, conoce quiénes son las personas más vulnerables y los problemas psicológicos que acarrean por la estigmatización que sufren.
En esta época hay que cuidarse mucho, no solo por la pandemia del coronavirus, también porque hay otras enfermedades latentes en el aire como la tuberculosis (TB).
Esta es una potencial infección bacteriana que afecta sobre todo a los pulmones, y cuando está muy avanzada también se propaga a otros órganos.
La responsable de este padecimiento es la Mycobacterium tuberculosis, una bacteria que se contagia fácilmente de un individuo infectado a otro sano. La enfermedad es curable si se sigue el tratamiento a tiempo, pero antes de llegar a ese punto de no retorno también es importante saber que puede prevenirse.
Este 24 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) conmemora el Día Mundial de la Tuberculosis para concienciar sobre las terribles consecuencias sociales, económicas y de salud generadas por este mal. La fecha coincide con el anuncio que el doctor Roberto Koch realizó en 1882, cuando descubrió la bacteria que provoca la TB. A partir de entonces, los médicos comenzaron a trabajar en indagaciones sobre el diagnóstico y la cura.
Para que las personas compartan algunas dudas, experiencias o conozcan más sobre la enfermedad, la OMS puso en marcha la iniciativa “Es hora de actuar” (“Find. Treat. All. #EndTB”), y entre los compromisos que acompañan la propuesta están aumentar el acceso a la prevención y poner un alto a la estigmatización y discriminación de los pacientes.